Solo en Inglaterra, se calcula, que hay una población de entre 9 y 12 millones de personas con problemas de obesidad.
El manejo de esta le cuesta al sistema de salud público (NHS), aproximadamente 6 mil 500 millones de libras esterlinas al año.
Mientras que, entre 2021 y 2022, más de un millón personas ingresaron al hospital, solo en Inglaterra, por asuntos relacionados con obesidad.
“La prevalencia de la obesidad en el Reino Unido ha aumentado en las últimas décadas. La Encuesta de Salud de Inglaterra informa que alrededor del 26% de los adultos son obesos”, le dijo a RFI el jefe del Departamento de Atención Primaria y Salud Pública del Imperial College London, Azeem Majeed.
Cifras elocuentes que hacen que la obesidad, sea una de las grandes preocupaciones tanto del gobierno, como del sector salud, especialmente por el riesgo de las enfermedades derivadas de esta como la diabetes tipo 2, el cáncer y otras como salud mental.
Para controlar lo que el primer ministro británico, Rishi Sunak, ha llamado “una gran presión sobre el NHS”, su gobierno autorizó que los médicos generales prescriban la inyección semanal Wegovy, que, según investigaciones, hace que los pacientes pierdan más del 10% de su peso corporal.
Esta inyección, que hace parte de un programa piloto de 2 años y con una inversión de 40 millones de libras esterlinas, reduce el apetito de quienes la utilizan. Hace que los pacientes se sientan llenos.
Sin embargo, los ensayos clínicos han arrojado que una vez los pacientes dejan la inyección, pueden volver subir de peso rápidamente.
Un asunto de salud pública
Los expertos coinciden en que una política de salud pública más sostenible en el futuro incluye una dieta rica en más alimentos frescos como verduras y frutas, así como ejercicio regular.
En pocas palabras: una vida más saludable. Un llamado que rechina en tiempos de la crisis en el costo de vida y una inflación de los alimentos del 19% entre el 2022 y el 2023, que hace que comprar alimentos saludables, sea más difícil. Cerca del 50% de las frutas y verduras que se venden en los supermercados británicos son importados.
“Las políticas de prevención son vitales, por lo que el gobierno debe implementar su estrategia de obesidad estancada en su totalidad y sin más demora, incluidas las restricciones a la comercialización de comida chatarra”, afirma Kirrane de Diabetes UK.
Por su parte, el médico Majeed resalta la importancia de diseñar una política más integral.
“Los medicamentos tampoco abordan las causas sociales subyacentes de la obesidad, como los entornos de vida y de trabajo que no ayudan a las personas a llevar estilos de vida más saludables”.
Mientras que el endocrinólogo y profesor de esta especialidad en Ulster University, Alex Miras, dijo que la política gubernamental para controlar la obesidad debe ser tanto preventiva y ofrecer tratamientos médicos.
“No tiene sentido decirles a las personas que tienen la enfermedad que les vamos a hacer prevención porque la prevención no ha funcionado. Ahora tienen la enfermedad, es demasiado tarde. Aquellos que tienen problemas de obesidad merecen ser tratados como cualquier otro paciente que tenga cualquier otra condición médica”.
Inicialmente, un grupo de alrededor de 35 mil personas será elegible para recibir la inyección en hospitales, pero el gobierno ha prometido que el número será superior.
Pese a que Reuters revela que el Reino Unido será el cuarto país en utilizar esta medicina del laboratorio Novo, que ha registrado demoras por la gran demanda en Estados Unidos.
Para Sunak, no solo es una política de salud pública. Hace parte de su estrategia para reducir las listas de espera para tratamientos en el NHS y así, mantener tranquilos a sus copartidarios.
Fuente: Radio Francia Internacional / Luisa Pulido corresponsal en Londres.