Luego de una semana de actividades, el volcán de Cumbre Vieja en La Palma de Gran Canaria se estabilizó, gracias a esto, los habitantes desalojados ya han sido autorizados para regresar a sus casas. Una noticia de alivio tras una semana de erupciones, donde los vecinos del lugar han podido ser testigos de numerosas lluvias de cenizas y explosiones propias de este fenómeno.
Unas 6000 personas fueron desalojadas y se ha producido la pérdida de unas 500 edificaciones, de las cuales 450 se les considera pérdida total; todo esto sin contar las innumerables carreteras completamente destruidas.
Acorde al sistema de satélites de observación terrestre europeo (Copernicus), la lava ha cubierto unas 210 hectáreas, pero la nube de cenizas abarca hasta ahora un radio de 1314 hectáreas. Pese a este dato y las 25 mil toneladas diarias de dióxido de azufre que emanan del volcán, el aire de la isla sigue siendo respirable para la población.
En cuanto a donaciones, las autoridades enfatizan en que víveres, mantas, ropa o juguetes no son necesarios; el apoyo económico se pondera más en estos momentos por el daño que ha sufrido la economía local, con hectáreas agrícolas inutilizadas además de negocios y viviendas.