Descarada persecución, con ribetes de maleantería política, es el juicio por el llamado caso New Business donde la pornografía jurídica ha demostrado su excelencia.
Débiles e insustanciosos alegatos de la fiscalía han sido rebatidos con argumento sólidos por la defensa del expresidente Ricardo Martinelli Berrocal, que a través de diversas forna, desnudan esfuerzos pecaminosos que intentan evitar que éste sea el candidato presidencial que, de acuerdo con las encuestas, en los próximos comicios arrasará con votos a sus contendientes.
Argumentos prefabricados para dañar reputaciones; conspiraciones para evadir de sus responsabilidades a supuestos testigos protegidos que se esconden y compran protección a través del vil metal, están siendo utilizadas en contubernio tenebrosos por conspiradores que unidos en la maldad, no han podido doblegar al equipo de abogados defensores.
Las infames acusaciones de supuesta utilización de fondos estatales para comprar medios informativos impresos carece de veracidad, sin embargo, recurren a otros medios ilícitos con intenciones de acorralar, estrangular y decapitar la candidatura presidencial que la encuestas colocan en extremada ventajas a pesar de la perversidad de sus detractores.
Los panameños no ignoramos que en el juicio sobre el caso New Business se desarrolla una farsa jurídica con fines aviesos, sin embargo, el pueblo juez implacable que dicta su veredicto con el voto, se mantiene silencioso esperando el momento oportuno para cercenar las injusticias cometidas.
En este juicio que en la actividad farandulera es calificada como “un show”, la fiscalía trastabilla en sus argumentos, los testigos balbucean y los protegidos se esconden y el pueblo harto de tanta perversidad, mira y escucha receloso a esta pantomima creada para malograr la carrera política de un solo personaje: Ricardo Martinelli Berrocal que, precisamente, se apresta para ir a la contienda política, para con una avalancha de votos, aplastar a sus enemigos .