La administración del presidente Laurentino Cortizo Cohen que dentro de cuatro meses y medio transferirá el poder a quien triunfe en los comicios del 5 de mayo, abandonará sus responsabilidades pero dejará un desastre en el sistema educativo.
Uno de los graves problemas que enfrentará el próximo gobierno es el despiadado saqueo que se comete en el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos (IFARHU).
El festín que durante cinco años se desarrolló en la expedición de becas a personas sin méritos, auxilios económicos y otras dádivas de carácter político, prácticamente saqueó las arcas de la institución.
El atraco cometido en el IFARHU no puede quedar impune.
Hay que investigar qué rumbo tomaron los fondos y quiénes, sin méritos, se beneficiaron de los llamados “auxilios económicos”.
Los que hoy gobiernan no se puede ir alegres y campantes como si nada hubiese sucedido.
Tiene que responder por el grave deterioro al sistema de educativo y la privación de enseñanzas a los alumnos sobresalientes que necesitaban los recurso para estudiar y salir de la estéril ignorancia.
Hacer política con el maná destinado a las enseñanzas de quienes adolecen de recursos financieros, es un delito porque así como a miles de jóvenes se les priva el derecho a la educación, la justicia debe perseguir a los responsables y privarlos de libertad, para que en el sistema carcelario aprenderá respetar el derecho a la educación de los pobres y no robar.