Pfizer planea solicitar a la administración estadounidense que autorice una dosis de refuerzo de su vacuna para el covid-19 el próximo mes, según explicó el principal científico de la farmacéutica. La petición llegaría tras comprobar que existe un mayor riesgo de reinfección seis meses después de la inyección y tendría en cuenta la expansión de la contagiosa variante delta.
La administración de EEUU para Comida y Medicinas (FDA por sus siglas en inglés) y el Centro para Prevención y Control de Enfermedades (CDC) aseguraron en un comunicado conjunto que, no obstante, los estadounidenses que hayan recibido la pauta completa no necesitarán la inyección de refuerzo por ahora. Algunos científicos cuestionan también la necesidad de estas dosis extra.
El jefe científico de Pfizer, Mikael Dolsten, explicó que la disminución de la efectividad de la vacuna que ha reportado recientemente Israel se debe principalmente a la gente que se inmunizó en enero o febrero. El ministro de Sanidad del país aseguró que la cifra había caído al 64% en junio.
La FDA y el CDC, en su comunicado conjunto, aseguraron que se habían «preparado para las dosis de refuerzo si, y solo en ese momento, la ciencia demuestra que son necesarias». Los datos de la propia Pfizer en Estados Unidos muestran un desgaste de la eficacia de la vacuna hasta porcentajes cercanos al 85% tras seis meses contra las variantes que circulaban en primavera, explicó Dolsten. El científico apuntó que los datos de Israel y Reino Unido sugieren que incluso con unos niveles menguantes de anticuerpos la vacuna conserva un 95% de efectividad contra los síntomas graves de la enfermedad.
La vacuna, desarrollada con su asociado alemán BioNTech, mostró un 95% de eficacia previniendo los síntomas del covid-19 en las pruebas clínicas que llevó a cabo la firma el año pasado.