El acuerdo histórico alcanzado en la COP28, que por primera vez indica el camino hacia un abandono de las energías fósiles, ha dejado satisfecho a una gran parte de la comunidad internacional. El acuerdo para un texto que abogase por el fin de este tipo de combustibles fue fruto de unas intensas negociaciones y nadie lo daba por asegurado.
De hecho, la alta presencia en esta Cumbre del Clima de la ONU de lobbies propetróleo y el hecho de que la cita estuviese presidida por el emiratí Sultán Al Jaber, con importantes lazos políticos y profesionales con el sector petroléro, habían despertado mucho recelo, especialmente entre las ONG dedicadas a la protección del medioambiente.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, muy combativo en este ámbito desde que asumió el cargo, recibió el acuerdo con satisfacción pero sin olvidar que hay que hacer mucho más que firmar un documento
«El abandono de los combustibles fósiles es invetible, se quiera o no. Esperenos que no llegue demasadio tarde. El mundo no puede permitirse retrasos, indecisiones o medidas a medias», dijo Guterres que además hizo un llamamiento a una salida que no afecte a los países y las personas en posiciones más vulnerables: «La era de las energías fósiles debe terminar; y debe terminar con justicia y equidad».
Un punto de vista más optimista mostró John Kerry, enviado climático de Estados Unidos: «Creo que todos estarán felices de que en un mundo sacudido por la guerra en Ucrania y en Oriente Medio y todos los demás desafíos de un planeta en crisis, haya motivos para ser optimistas, estar agradecidos y felicitarnos aquí juntos».
La responsabilidad de los países desarrollados
Pekín, con importantes inversiones en países en vías de desarrollo, especialmente en África, aludió a las responsabilidades de los países desarrollados.
«Los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica e indiscutible en el cambio climático: deben tomar la iniciativa para comprometerse con el camino de 1,5 grados» y «alcanzar la neutralidad de carbono lo antes posible», dijo Zhao Yingmin, viceministro chino de Medio Ambiente.
En ese sentido, Brasil instó a los países desarrollados a liderar la transición y proporcionar los «medios necesarios» a las naciones en desarrollo.
«Es fundamental que los países desarrollados tomen la iniciativa en la transición hacia el fin de los combustibles fósiles», expresó su ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, instando también a «garantizar los medios necesarios para los países en desarrollo».
Una Unión Europea satisfecha
La Unión Europea, uno de los participantes de la cumbre más activos en la lucha contra el cambio climático, se congratuló del acuerdo “histórico” alcanzado, en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien aseguró que el texto «marca el comienzo de la era posfósil”.
«El mundo ha respaldado los objetivos de la UE para 2030: triplicar la energía renovable y duplicar la eficiencia energética», añadió Von der Leyen, elogiando en una declaración separada «una poderosa demostración del valor del multilateralismo para abordar los mayores desafíos que enfrenta nuestro planeta».
El presidente francés, Emmanuel Macron, saludó «un paso importante» que «compromete al mundo a una transición sin combustibles fósiles», al tiempo que pidió «acelerar» la lucha contra el calentamiento global.
También celebró el reconocimiento del «papel clave de la energía nuclear», sector en el que su país es puntero en lo que a la producción de esta energía se refiere.
«El fin o al menos el abandono de los combustibles fósiles es una de las mejores noticias que podemos recibir de Dubai», dijo por su parte el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez.
Las pequeñas islas y la países árabes, con reservas
La Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS por sus siglas en inglés), particularmente amenazada por el cambio climático, expresó reservas y preocupaciones tras la adopción del texto, que considera insuficiente.
«Hemos dado un paso adelante respecto al status quo, pero es un cambio exponencial que realmente necesitábamos», declaró Anne Rasmussen, representante de las islas de Samoa que preside AOSIS, aplaudida tras esta declaración por representantes de Europa y otras naciones.
Tampoco mostraron excesivo entusiasmo los países árabes, aunque por motivos diferentes, al acoger en su seno a algunos de los principales productores de petróleo del mundo.
«El grupo árabe expresa su gratitud a los grandes esfuerzos de la presidencia de los EAU y de su equipo», dijo la representante de la delegación saudita en la COP28, Albara Tawfiq, que preside el grupo árabe en la ONU sobre el Clima, elogiando «el gran éxito» de la Conferencia.
Albara Tawfiq citó logros en el texto final, como la mención a las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, impulsadas por los países productores de petróleo para seguir produciendo hidrocarburos.
Fuente: Radio Francia Internacional.