Rusia celebra el 9 de mayo el Día de la Victoria, en conmemoración de la rendición de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. En la ceremonia, Vladimir Putin sólo estuvo rodeado por un puñado de jefes de Estado de aliados cercanos, mientras varios desfiles fueron cancelados en el país por razones de seguridad.
El jefe del Kremlin lleva mucho tiempo movilizando el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial para presentarse como heredero del poder de la URSS. El desfile militar del 9 de mayo, escenificado como un gran espectáculo, es la pieza central de esta narrativa bélica, que se supone exalta el poder del país y justifica su asalto a Ucrania.
“En el lado bueno de la Historia”
“En un momento en el que Rusia es el enemigo de Occidente, Vladimir Putin quiere incidir en la óptica contraria, la de Moscú, como una potencia que está en el lado bueno de la Historia, que estuvo en el lado bueno de la Historia durante la Segunda Guerra Mundial. Y en ese planteamiento de país inmutable y eterno, Rusia sigue estando en el lado bueno de la Historia según Putin, aunque sea ahora mismo Rusia, la potencia expansionista y ocupante, y también represora hacia dentro, hacia los rusos”, explica nuestro corresponsal en la zona, Xavier Colás.
“La comparación que hace entre Occidente ayudando a Ucrania y Occidente ayudando a los nazis, en buena medida entronca con el resquemor de Vladimir Putin y del putinismo respecto al papel de Occidente al final de la Guerra Fría. El líder ruso prolonga esa visión hasta nuestros días, presentando la ayuda de Occidente a Ucrania no como la ayuda de un aliado a un país invadido, sino como la enésima operación occidental para dañar a Rusia”, subraya.
Pero el desfile no escapó a las consecuencias diplomáticas y de seguridad del asalto contra Kiev. Vladimir Putin, aislado en la escena internacional, sólo estaba rodeado este jueves por unos pocos jefes de Estado elegidos entre sus aliados cercanos. También se cancelaron algunos desfiles por motivos de «seguridad», sobre todo en las regiones de Kursk, cerca de la frontera ucraniana, y Pskov, no lejos de Estonia.
“Quebrar la confianza de miembros de la OTAN”
“Rusia hará todo lo posible para evitar un conflicto global, pero al mismo tiempo no permitiremos que nadie nos amenace. Nuestras fuerzas estratégicas están siempre listas para el combate”, ha declarado Putin, amenazando de nuevo con la posibilidad de activar su arsenal estratégico nuclear.
“Estamos en un momento en el que ha habido durante unos meses una congelación del frente, sin progresos significativos de un lado y del otro. Rusia necesita usar su principal baza defensiva, que es precisamente la nuclear. Y con la nuclear, a medio, plazo puede servir para quebrar la confianza de algunos miembros de la OTAN que están en primera línea”, analiza Xavier Colás.
“Hablo fundamentalmente de países bálticos, Estonia, o, por ejemplo, Polonia. El hecho de que algunos países estén en la OTAN, aunque es un paraguas protector, también los coloca precisamente en la diana de una posible amenaza nuclear de Rusia, que está muy interesada en quebrar la confianza de algunos miembros de la OTAN y demostrarles que no van a ser defendidos en cualquier caso”, concluye nuestro corresponsal.
Fuente: Radio Francia Internacional