Hugo Torres, un disidente nicaragüense detenido en junio del año pasado, murió este sábado a causa de una enfermedad que aun no se conoce. El exguerrillero fue trasladado a un hospital de Managua donde estuvo en todo momento con sus familiares.
Había sido acusado por la Fiscalía de delitos considerados «traición a la patria». Al tener conocimiento de su estado de salud se había solicitado la suspensión del juicio oral y público, que la autoridad competente había aceptado.
Se da la circunstancia de que Torres había arriesgado su vida para sacar de prisión al actual presidente, Daniel Ortega, en 1974, durante la dictadura de la familia Somoza. En ningún momento los responsables políticos habían informado de la situación legal o sanitaria del recién fallecido. Una situación idéntica a la que viven decenas de presos políticos encarcelados desde hace entre tres y ocho meses.