La casa matriz de Instagram, Facebook y WhatsApp, ya había causado revuelo con un primer lote de despidos de 11.000 empleados. Hoy vuelve a la carga.
El anuncio vino del mismísimo jefe: en un mensaje compartido con todos los usuarios de Facebook, Mark Zuckerberg, describió minuciosamente un nuevo plan de reestructuración de la empresa Meta que incluye la cancelación de proyectos de menor prioridad, la reducción masiva de personal y la suspensión de 5.000 vacantes abiertas para contratación.
¿La razón? Zuckerberg lo dice de manera elegante pero el mensaje es claro: los resultados financieros van en picada.
Apenas el mes pasado, Meta ya había informado que el beneficio neto de la empresa se ubicaba en 23.200 millones de dólares para el año 2022. Una suma que puede parecer colosal (y lo es, sin duda) pero que, en realidad, supone una caída abrupta del 41% con respecto al año 2021.
Con este reporte, la directora financiera de Meta, Susan Li, se vio obligada a elaborar un nuevo plan financiero que reduzca los gastos de manera significativa. Así, el despido de 10.000 empleados – adicionales a los 11.000 que fueron cesados en noviembre de 2022 – representaría un ahorro de 5.000 millones de dólares en el año 2023.
Se espera igualmente volver a alcanzar los índices de ingreso de 2021, que se elevaron a 117.891 millones de dólares. En 2022, Meta sufrió por primera vez una caída en su facturación, del 1,1% para sumar ingresos de 116.609 millones de dólares. Sus gastos, en cambio, subieron en 23%.
Los despedidos comenzarán a recibir correos electrónicos con la notificación a partir del mes de abril, aunque un grupo reducido de ellos conservará su empleo hasta finales de año, según indicó Zuckerberg.
Mala noticia para los empleados pero buena noticia para la cotización en bolsa de Meta, que registró un aumento de 7.25% apenas se hizo el anuncio.
Los expertos apuntan a que Zuckerberg deberá ser más conservador en los enormes costos de desarrollo que acompañan su nuevo proyecto estrella: el metaverso, lo que le ha hecho descuidar las plataformas más tradicionales que mantienen la empresa a flote.
Facebook sufre desde el año pasado la caída de la publicidad en línea. Es una tendencia que se vio acentuada por el cambio en el sistema operativo del iPhone, que ya no permite a la plataforma recopilar tantos datos sobre sus usuarios como antes, y por la subida de los tipos de interés, que penaliza al sector tecnológico, que necesita mucho dinero para financiar su desarrollo.
Además, Facebook e Instagram se enfrentan a una competencia cada vez mayor, especialmente por parte de la plataforma de video TikTok, que está recortando su cuota de mercado.
Las perspectivas a mediano plazo no son las mejores y Zuckerberg lo sabe. De hecho, lo dice abiertamente en su comunicado: “Creo que debemos prepararnos para la posibilidad de que esta nueva realidad económica se prolongue durante muchos años.”
Fuente: Radio Francia Internacional