Este miércoles el Jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que el uso de mascarilla en al aire libre dejó de ser obligatorio, esto en base a las estadísticas recientes de casos y el alcance de los vacunados con dos dosis, que supera ya el 70% de la población de la capital argentina.
Pese a esta nueva medida, Rodríguez Larreta aclaró que sigue siendo obligatorio el uso de mascarilla en espacios cerrados y en donde haya aglomeraciones de personas. «Siempre tomamos las decisiones basándonos en los datos y en la evidencia. Ahora, yo les pido que sigamos cuidándonos y sigamos usando el tapabocas cuando es necesario», aseguró el alcalde capitalino en conferencia de prensa.
Buenos Aires registró una media de apenas 142 casos diarios de COVID-19, mientras que la ocupación de camas en la sala de Cuidados Intensivos es la más baja desde el arranque de la pandemia, apenas del 3,2%. Por estas razones desde este miércoles el transporte público también deja de tener capacidades máximas en la capital y tampoco será obligatorio tomar la temperatura al entrar en espacios cerrados.
Estas medidas llegan tres semanas después que el Gobierno argentino decretase el fin del uso obligatorio de la mascarilla en espacios públicos, como parte de un plan de »apertura, progresiva y cuidada de actividades» en Argentina. El cierre de este plan tendrá lugar el 1 de noviembre, cuando el país sudamericano abra sus fronteras para recibir a turistas de todo el mundo por primera vez desde el arranque del virus.