La Universidad de Panamá es, y debe ser considerada, como el centro educativo más prestigioso de la nación. Desde su fundación en 1935 de ella han egresado profesionales que prestigian a la nación.
Si es la Universidad de Panamá, el centro educativo donde se forjan profesionales que nutren a la nación de excelentes intelectuales, a esta institución no se le puede regatear el dinero que requiere para educar porque a través de las enseñanzas se robustecen los valores de la patria.
Ahora resulta que el gobierno, a través del Ministerio de Economías y Finanzas, tuvo la mezquindad de reducir el presupuesto de la Universidad de Panamá, truncando de esta manera, su deseo de expandir su labor educativa.
Limitar el presupuesto de la Universidad de Panamá es decapitar esfuerzos por la formación de mas y mejores intelectuales.
Ante la petición de mas ingresos para la Universidad de Panamá y menos respuestas por parte del gobierno, se ha convocado para hoy una marcha que partirá desde los predios de la colina hacia el Ministerio de Economía y Finanzas.
Tener que recurrir a una marcha, que encabezará el rector, para exigir más presupuesto para la Universidad de Panamá, es una evidencia de las medidas extremas que se deben tomar para que se escuche el clamor de la organización educativa considerada la cantera forjadora de la intelectualidad panameña.
Ahora bien. Sabemos que algunos universitarios se caracterizan por su fogosidad y solo requieren un empujón discordante para cerrar calles y lanzar piedras, por lo tanto, esperemos que hoy reine la cordura y que la marcha de la Universidad de Panamá, encabezada por el rector, sea una acción pacífica digna de ser admirada y no desemboque en un caos que afecte la reputación de esta prestigiosa casa de estudios.