El herviente deseo que tienen algunos ciudadanos por ceñirse la banda presidencial generan interrogantes sobre la capacidad que tienen para gobernar un país tan intrincado.
No es fácil la administración de una nación tan complicado como Panamá.
Panamá nación que para América Latina y El Caribe es un tesoro, tiene profundas de complicaciones sociales, políticas y económicas que hacen de su administración un sistema complejo que para dirigirlo se requieren dotes especiales.
Los latigazos de descrédito que recibe Panamá en el ámbito internacional continuarán y le corresponderá a la próxima administración del Estado borrar las manchas de un pasado turbio, corregir el desgreño y entuertos sociales que tienen al país martirizado.
Nuestros adversarios en la esfera universal nos señalan como país fétido; refugio de delincuencias que aquí instalaron su reino.
En el ámbito interno el pésimo comportamiento de algunos conciudadanos que alardean liderazgo inexistente, agrega más combustibles a las llamaradas del descrédito, mortifican en vez de enmendar; crean problemas en vez de evitarlos alardeando liderazgos inexistentes.
Al pulsar la opinión ciudadana nos percatamos que nuestro país es una parcela territorial compleja, difícil y para enmendar sus entuertos se requiere cierta sagacidad, dotes de emprendedor audaz barnizado de experiencias que se adquieren en el jornal diario y no en la placentera butaca del cuarto refrigerado donde flotan las ilusiones.
Observamos un panorama de políticos áridos de ideas, insensatos, escasos de experiencias, ilusos creyentes que con palabrerías y rimbombancias jurídicas se puede administrar este país tan complejo, tan complicado y tan fastidiado de la proliferación de arlequines.
Mientras se despeja la maraña electoral y esclarece el panorama enturbiado por demagogos preguntamos: ?De qué viven los candidatos presidenciales? ?Que labor digna de reconocimiento podemos atribuirle al arrimado a la politiquería que nunca ha trabajado e ignora las satisfacciones que germinan al saborear los resultados de la misión cumplida?
Los panameños martirizados por un transporte público ineficiente, mala recolección de los desechos, agua insalubre o escasa, constantes apagones, torturados por falta de medicamentos, escuelas ranchos donde se educan niños hambrientos y otros males que martirizan, estamos fastidiados de escuchar poesías políticas que declaman candidatos que ante el derroche de supuesta sabiduría preguntamos: Ustedes si no trabajan y no tienen empresas ? De qué viven ?