El gobierno que preside el excelentísimo presidente Laurentino Cortizo Cohen, al acercarse su última jornada de administración del Estado, está inaugurando, con amplio despliegue publicitario, una serie de obras tales como las ciudades de la salud y de las artes, estadios y una serie de vías que quieren dejar como legado a este pueblo que hace cinco años los eligió.
Son notoria las condiciones modernas que presentan las estructura que se inauguran y, que consideramos, son necesarias para mejorar la calidad de vida de un pueblo que requiere más atención gubernamental y menos palabras con ribetes demagógicos.
Ahora tenemos ciudades de la salud y de las artes, además de estadios que parecen monumentos que crean la sensación de modernidad.
Son esplendorosas las obras, pero esperamos que en su construcción se cumplieron con las especificaciones requeridas, de tal manera que, dentro de unos años o hasta dentro de pocos meses, no afrontemos la gran decepción de ver como se resquebrajan las paredes, se agujerean las vías o caen las pinturas.
Además en el despliegue publicitario en torno a la Ciudad de la Salud se muestran una serie de beneficios que presenta el nosocomio, pero de qué vale tener instalaciones modernas, con equipos de alta tecnología, si no hay medicamentos ni insumos necesarios para ofrecerle al paciente el tratamiento adecuado para que se despoje de las enfermedades que lo mantienen postrado.