La vieja ciudad de Panamá, el primer asentamiento español fundado
en América, está de fiesta al celebrar hoy 503 años de fundación.
Fuegos de artificios, dianas y repicar de campanas despiertan el
entusiasmo de un país que no sucumbe a pesar de las remecidas que
han intentado borrarla de la historia universal.
La vieja ciudad de Panamá, como primer asentamiento español en
América , se engalanó con hechos que trascendieron los linderos de
la capital y se extendieron hacia el interior del país, donde nacen,
crecen y desarrollan patriotas cuyas ideas robustecen nuestra
personalidad como nación.
Panameños, nacidos en el interior del país se desgarran de
complejos campesinos, se perfeccionan en diversas artes, emergen y
destacan a pesar de azarosos inconvenientes que enfrentan en la vida.
En esta ocasión hacemos referencia especial en torno a don
Rodrigo Correa Delgado, empresario que erguido ante las
adversidades labró su vida edificando obras dignas de encomio,
modelos de perseverancias que logran clavar admiración en el corazón
de los habitantes de esta nación que todavía no alcanzamos la victoria
final.
Como reconocimiento a su trayectoria, la municipalidad del distrito
capital le otorga hoy las llaves de la ciudad de Panamá al empresario,
publicista, ganadero y radiodifusor Rodrigo Correa Delgado,
afectuosamente conocido como “Cañita” , que a través de diversas
formas, contribuye a forjar hechos que permiten que la capital de la
república mantenga orgullosamente su estatus de “Muy Noble y Muy
Leal Ciudad de Panamá”.
Se honra al hombre laborioso y padre ejemplar, que desafía
inclemencias de la vida y erguido, con el galardón de ciudadano
honesto, se abrió paso, para situarse en el sitial que ocupan aquellos
que triunfan en las azarosas batallas por la vida.