Los diplomáticos, que por un razón u otra, han sido designados a nuestro país, se caracterizan por ser respetuoso en la relación bilateral que existe entre las dos naciones.
En ocasiones, pareciera que la imprudencia de algunos, se desborda más allá de la misión que les corresponde como representantes de sus respectivos países.
Es comprensible que algunos diplomáticos, en su intención de colaborar con nuestra nación, tienen actitudes que no compaginan con las misiones que deben cumplir, sin embargo, nuestras autoridades han sido tolerantes hasta complacientes, aunque ciertos asuntos no están ceñidos al código de las relaciones bilaterales.
Como ejemplo de relación diplomática entre dos países podemos citar a Estados Unidos, nuestro principal aliado histórico, económico y social.
Con Estados Unidos, los diferentes gobiernos que administran nuestro país, han mantenido relaciones cordiales que son beneficiosos para ambas naciones. Se malograron a finales de la década de los año ochenta cuando un personaje militar, dictatorialmente aferrado al poder obligó intervenir a las fuerzas armadas estadounidenses para desplazarlo y restituir la democracia.
Han pasado muchos años desde que el país se regía por las bayonetas.
Ahora estamos en democracia y en un proceso electoral que, al parecer, será complejo por la cantidad de aspirantes al Palacio de las Garzas.
El entorno político y económico internacional está pendiente de lo que sucederá en los comicios del 5 de mayo de 2024, porque ahí se definirá si avanzamos hacia mejores condiciones como país o nos estancamos.
Para el pueblo panameño es alentador que la señora embajadora de los Estados Unidos exprese, públicamente, que su país trabajará con el candidato presidencial y demás gobernantes elegidos el 5 de mayo.
Confiamos en las palabras de la distinguida diplomática estadounidense y, por otra parte, esperamos pacientemente que durante estos comicios no se coarte el deseo de la mayoría de los panameños que expresan simpatías por un candidato presidencial que está siendo hostigado jurídicamente.
Esperamos que al candidato presidencial que las encuestas demuestran es el favorito de los electores, le liberen los grilletes legales para que triunfe e inicie una relación fraternal con nuestro principal aliado: Estados Unidos.