La elección de Kamala Harris como presidenta de Estados Unidos representa una pesadilla para Benyamin Netanyahu. El Primer Ministro más estadounidense de Israel no oculta este hecho. Y es sorprendente porque, aunque sabe mucho sobre la política de Estados Unidos, por haber crecido en ese país, parece estar defendiendo al oponente de Harris, el expresidente Donald Trump. Pero aquí también se topa con un escollo, ya que el republicano está haciendo declaraciones cada vez más contundentes sobre la situación en Oriente Próximo.
«Prácticamente todos los rehenes han muerto. Hay que poner fin a la masacre en Gaza», dice Trump sin pestañear. Otras veces – y con frecuencia, habla abiertamente de un Estado palestino. Todas estas son píldoras difíciles de tragar para Netanyahu, con quien mantiene una relación ambivalente. Una fricción que se remonta a la llamada telefónica de felicitación que le hizo el primer ministro israelí a Joe Biden tras las elecciones del 2020. «Sigo queriendo a Bibi», dijo DonaldTrump en ese momento. «Pero sobre todo amo la lealtad. Y cometió un gran error.»
¿Qué línea política adoptar sobre el conflicto palestino-israelí?
La coronación, por así decirlo, de Kamala Harris y el resto de su campaña electoral están estrechamente ligados al conflicto de Medio Oriente. Y al voto judío y árabe en Estados Unidos. Al menos así se está leyendo en Israel. El entorno de Benjamín Netanyahu sigue de cerca las declaraciones de la vicepresidenta estadounidense.
Le guste o no, su carrera hacia la nominación ha estado marcada por mítines y manifestaciones en torno a la cuestión palestina.
En Israel, la gente observa las dificultades a las que se enfrenta Kamala Harris. Y también estudia cómo está reaccionando: «La matanza de Gaza es horrible», proclamó ante demócratas propalestinos. Y poco después, interrumpió un cántico y consignas a favor de Palestina. Parece que, sin quererlo, se ha visto obligada a implicarse en un conflicto que se ha convertido en parte de la campaña para las elecciones estadounidenses. Y los analistas en Israel son unánimes: el optimismo de la Casa Blanca sobre un resultado favorable de las negociaciones, un posible acuerdo de tregua y la liberación de los rehenes también forman parte de esta campaña electoral.
De hecho, este domingo cientos de personas marcharon por las calles de Chicago para rechazar el apoyo militar del gobierno de Biden y Harris a Israel, que califican como un «apoyo directo al genocidio». Al grito de «Free Palestine» («Liberen a Palestina») volvieron a poner su indignación en primer plano para expresar que la guerra en Gaza es un punto de honor que puede decidir si el voto va al partido demócrata o no.
Mientras tanto, del otro lado del mundo, el jefe de las relaciones exteriores de Estados Unidos, Anthony Blinken, se encuentra de visita oficial en Israel, impulsando un acuerdo de cese al fuego en la Franja de Gaza: «Este es un momento decisivo, probablemente la mejor oportunidad, tal vez la última, para llevar a los rehenes a casa, lograr un alto el fuego y encaminar a todos por un mejor camino hacia una paz y seguridad duraderas.» dijo Blinken en Tel Aviv.
Benyamin Netanyahu, cada vez más a la derecha
En cualquier caso, se trata de un punto sensible en las relaciones entre Israel y Estados Unidos. La elección de Netanyahu está, por supuesto, bajo la presión de la extrema derecha israelí. Ministros como Ben Gvir y Bezalel Smotrich – y con ellos diputados de sus partidos- atacan constantemente a la administración Biden, que desde el 7 de octubre, y quizá aún más en los últimos días, ha demostrado su apoyo prácticamente inquebrantable a Israel.
Lo cierto es que mientras Kamala Harris camina por la cuerda floja en todo lo que tiene que ver con la guerra de Gaza, Benyamin Netanyahu tendrá que seguir haciendo malabarismos para mantener su coalición en caso de éxito electoral de la que hoy será investida candidata demócrata. Además, varios analistas en Israel están convencidos de que si finalmente es elegida presidenta, Benyamin Netanyahu no tendrá más remedio que abandonar la vida política.
Fuente: Radio Francia Internacional.