Los trabajadores humanitarios extranjeros que ya no tienen visado deben salir del país o permanecer en él ilegalmente para poder realizar su trabajo. El visado de este trabajador humanitario – que prefiere permanecer en el anonimato – expiró a finales de 2023. Como el resto de sus colegas, gracias a un procedimiento introducido por Israel al comienzo de la guerra, su visado se prorrogó automáticamente hasta el 8 de febrero. Pero desde entonces, nada.
«Y desde entonces, me he convertido en ilegal. En otras palabras, estoy en una situación complicada que afecta tanto a mi presencia en el territorio como a mi capacidad para llevar a cabo mi trabajo. Ya no puedo moverme libremente por Cisjordania, no puedo ir a Jerusalén, no puedo cruzar los puestos de control», explica.
Como él, hay casi un centenar de personas sin visado renovado, todas ellas trabajando en ayuda humanitaria para la población palestina.
Sin visados, todos los trabajadores extranjeros tendrán que marcharse a principios del otoño
Las autoridades israelíes dicen a las oenegés internacionales que se debe a una reorganización del proceso de expedición de visados y que los servicios están desbordados desde el 7 de octubre. Pero esta vez no se ha producido la renovación automática.
Y si Israel no reanuda la expedición de visados, todos los cooperantes extranjeros tendrán que marcharse a principios del otoño, cuando expiren los últimos visados expedidos en 2023. Los trabajadores humanitarios de la ONU también se ven afectados por estas restricciones de visado, ya que el personal solo tiene acceso a Israel y a Gaza a corto plazo.
Firas Arouri es coordinador de la Asociación de Agencias Internacionales de Desarrollo (Aida) en Ramala. “Tenemos casos en los que no se han renovado los cargos de directores nacionales de oenegé u otros altos cargos. Y a veces se trata de organizaciones pequeñas que no pueden permitirse perder a su personal clave, sobre todo en estos momentos», afirma.
El sector humanitario se ve especialmente afectado por estas restricciones de acceso
Según Firas Arouri, «el sector humanitario está siendo prácticamente expulsado de Cisjordania». «Consideramos que esta medida es intrínseca a las restricciones generales al acceso de las oenegés, ya sea en Cisjordania o en Gaza. A los expatriados de otros sectores se les ha prorrogado el visado, así que el sector humanitario está en el punto de mira y se trata de una decisión política», afirma el coordinador de Aida.
Todas las autoridades diplomáticas han sido alertadas, explica Firas Arouri, antes de hacer un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe y adopte una postura. RFI contactó al Ministerio del Interior israelí, pero éste no respondió a las solicitudes de comentarios.