La guerra en Gaza es «una campaña en múltiples arenas a la que todavía le quedan muchos meses por delante». Esta cita, adjudicada al Jefe de la División de Inteligencia del ejército de Israel, el general de división Aharon Haliva, es indicativa de la magnitud y la extensión de la contienda mantenida por Israel hasta el alcance de los dos objetivos determinados por el gobierno, la destrucción militar y del gobierno de Hamás, así como la recuperación de todos los secuestrados.
Israel halló anoche los cuerpos sin vida de tres de esos secuestrados, dos de ellos soldados. Según testimonios expuestos el mes pasado, los tres habían sido secuestrados con vida y asesinados luego en Gaza. Entre los cuerpos encontrados, figura el del rehén francoisraelí Elya Toledano, que fue raptado por el grupo islamista palestino Hamás en los ataques que perpetró el 7 de octubre en suelo israelí.
Mientras el conflicto se amplía a toda la región y Estados Unidos arma una coalición aliada frente a los hutíes en el Mar Rojo, funcionarios de Washington que visitan Israel, entre ellos el Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, expresan gran preocupación por el creciente número de víctimas mortales en Gaza. Sullivan dialogó también con el Jefe del Mossad, Dedi Barnea acerca de la posible reanudación de un alto el fuego a cambio de la liberación de más israelíes secuestrados en Gaza.
Este viernes, Sullivan, estimó desde Tel Aviv que no sería «correcto» que Israel ocupe la Franja de Gaza a largo plazo cuando termine la guerra contra Hamás.
«No creemos que tenga sentido o que sea correcto que Israel ocupe Gaza […] a largo plazo», dijo Sullivan a la prensa tras reunirse con funcionarios israelíes.
Pese a los indicios de impaciencia de Estados Unidos, su principal aliado, Israel ha intensificado sus bombardeos.
La guerra de Gaza, desencadenada por los ataques terroristas del 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamás contra Israel, ha dejado más de 20.000 muertos, según los datos de las respectivas autoridades.
La ofensiva de Hamás dejó cerca de 1.200 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
A pesar del elevado balance de civiles muertos, las autoridades israelíes quieren continuar con su respuesta militar.
Desacuerdos entre aliados
«Hamás es una organización terrorista que se constituyó durante una década para combatir a Israel y que construyó infraestructuras subterráneas y aéreas que no resultan fáciles de destruir. Hará falta tiempo para ello, más que algunos meses», aseguró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, quien se reunió con Sullivan.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu admitió que hay «desacuerdos» con Estados Unidos sobre cómo será administrada Gaza después del conflicto.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró el miércoles que «cualquier discusión sobre Gaza o la causa palestina sin la presencia de Hamás o las facciones de resistencia será un engaño».
Un sondeo, publicado el miércoles por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas, indicó que Haniyeh cuenta con el apoyo del 78% de los habitantes de los territorios palestinos, frente al 58% que tenía antes de la guerra.
Fuente: Radio Francia Internacional.