Con la entrada del mes de diciembre, aumentan considerablemente los incendios de masa vegetal a nivel nacional. Los animales de lento desplazamiento son los más vulnerables como los anfibios (ranas y sapos), reptiles (tortugas, serpientes, iguanas), mamíferos pequeños (armadillos, perezosos, ñeques, muleto).
Pese a que durante el año se mantienen las incidencias, con el inicio de la temporada seca incrementan los casos de quema en herbazales, cultivos, bosques y también las atenciones veterinarias a animales silvestres afectados por las llamas.
Información del Ministerio de Ambiente, indica que un total de 372,511.85 hectáreas han sido afectadas en un tiempo que va desde 1998 hasta este año productos de estos incendios. Tan solo en lo que va del presente período de 2021, que se han visto afectadas 3,597.54, un 4.44 % adicional con relación al año pasado cuando hubo un total de 3,444,28 hectáreas de vegetación que sufrieron estos problemas.
Mariana Park, médico veterinario de MiAMBIENTE, manifiesta que el proceso de recuperación de estos animales es extremadamente lento y laborioso. “Las curaciones son diarias y extremadamente dolorosas. En muchos de los casos, los animales quedan con secuelas y/o complicaciones permanentes, lo cual acorta su expectativa de vida”, detalla.