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Durante la madrugada del viernes, las ciudades de Barcelona, Burgos, Santander, Valencia y Zaragoza han sido el foco de las revueltas producidas en contra de las últimas medidas tomadas para rebajar el número de casos de coronavirus en España.
El nuevo estado de alarma y el toque de queda declarado en la mayor parte del territorio nacional produjo una oleada de manifestaciones que posteriormente, evolucionaron en protestas y disturbios en los que se quemaron contenedores, asaltaron locales e incluso se lanzaron objetos a la policía.
La noche se saldó con al menos 34 detenidos y decenas de heridos, entre ellos agentes de policía.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha mostrado su confianza en que estas protestas no vayan a más. Otros líderes políticos del país, como el presidente de la comunidad autónoma de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha querido lanzar un mensaje apelando a la serenidad y la responsabilidad ciudadana y apoyando a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.
por: Ángel Fuentes Nevado
