Xi Jinping y Vladimir Putin se reunieron este martes 21 de marzo en el Kremlin para discutir acerca de la guerra en Ucrania. RFI entrevistó a Frédéric Mertens, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Europea (Valencia), sobre la reunión entre los presidentes de Rusia y China en Moscú, tres días después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el mandatario ruso.
RFI: Xi Jinping es el primer presidente que se reúne con Vladimir Putin después de que la Corte Penal Internacional lanzara una orden de arresto en su contra. Aparte de esta gran muestra de apoyo, el presidente chino dijo que su país y Rusia eran «grandes potencias vecinas» y «socios estratégicos». ¿Qué piensa usted de esta reunión?
Frédéric Mertens: Es lo que yo llamaría «el beso de la muerte». En este sentido, China se ha convertido en el principal, casi el único, apoyo estratégico significativo y capital para el régimen de Putin. Esto contribuye al aumento de la dependencia del régimen de Putin respecto a Pekín. Sin el apoyo de China, Rusia no podría actuar como lo está haciendo hoy, desafiando a los occidentales.
Al mismo tiempo, no hay que pasar por alto que China va a exigir más a Rusia para extender su influencia geopolítica. En este propósito, Pekín necesita a otro «gran país». Y pongo comillas porque Rusia ya es considerado un Estado paria. Pero Moscú le sirve a Pekín para rediseñar el orden internacional y organizar ese orden. La invasión de Rusia a Ucrania y la dinámica que han asumido los occidentales han convertido ese conflicto en una guerra por procuración entre Occidente y China a través de Rusia.
La historia es un ciclo permanente y hoy estamos viendo síntomas de la Guerra Fría, de esa época cuando Estados Unidos y la Unión Soviética se oponían directamente a nivel mundial, a través de dos bloques, el Este y el Oeste.
RFI: Sin embargo, China presentó un plan de paz en 12 puntos que Rusia ve con buenos ojos.
Frédéric Mertens: Sí, Rusia lo ve con buenos ojos porque China no dice nada sobre la valoración de la guerra y la invasión. ¿En ese plan chino, dónde ve usted la mención del agresor, Rusia, contra el agredido, Ucrania? Es más, para los chinos, la situación es casi al revés: hacen cargar a Ucrania con una cierta responsabilidad por esta situación.
No me atrevería a decir que el plan chino de paz es una farsa, pero en todo caso es algo que no hay que tomar en serio. Para mí, no hay una auténtica voluntad de paz.
RFI: ¿Qué busca entonces China con ese plan?
Frédéric Mertens: Es para presentarse como el alter ego de Estados Unidos al tratar de imponer una «pax china». Antes era la «pax americana»; ahora, es la «pax china».
RFI. ¿Y cree posible esa «pax china»?
Frédéric Mertens: Los países miembros de la Unión Europea han acordado recientemente aumentar su inversión en armamento para apoyar a Ucrania, lo cual indica que, para los europeos, es esencial que Ucrania gane esta guerra. Deben ganarla a toda costa porque si Ucrania la pierde o si Rusia la gana, con o sin la ayuda de China, sería un desastre para Ucrania y una catástrofe para los occidentales.
En cuanto a la «pax china», creo que China está tratando de establecerse como el líder mundial y presentarse como el nuevo defensor de la paz. Sin embargo, aún es demasiado pronto para que China pueda imponer su visión de paz en el mundo.