Para el presidente Macron hay que «intentar reconciliar» la lucha contra la pobreza, la lucha por la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. Salvar el planeta significa intentar reconciliar un mundo «dividido». «Vivimos una época de fracturas y riesgos», afirmó el mandatario.
Desde el jueves, unos 40 jefes de Estado y de Gobierno y otras tantas grandes instituciones financieras públicas se reúnen en París en una cumbre informal dedicada a la lucha contra la pobreza y el cambio climático.
Para Macron, la cumbre no es una oportunidad para compensar la inadecuada política climática francesa. Francia fue condenada por inacción climática en 2020 y 2021. «La inacción climática se aplicó a Francia durante el periodo 2015-2018», replicó Macron. «Pero desde entonces, no hemos sido condenados». Al contrario, añadió, «en el periodo 2017-2022, hemos duplicado nuestras reducciones de emisiones y seguimos adelante», agregó.
En el fondo, se trata según el mandatario de restablecer la confianza resquebrajada entre unos Estados del Norte y un «Sur global» asfixiado por la pobreza histórica y las calamidades climáticas, dos fenómenos que alimentan la espiral insostenible de la deuda. Para lograrlo, es necesario inyectar flujos financieros masivos en la economía real.
El jueves, ante un auditorio de homólogos procedentes principalmente de África y de los países en desarrollo, el Jefe de Estado pidió «un shock de financiación pública», pero también que el sector privado se implique más, porque, declaró, «hay mucho dinero en el mundo».
Rusia, país aislado
A la pregunta sobre la ausencia de Rusia en esta cumbre organizada por París, el presidente Macron afirmó que esto ilustraba el aislamiento de ese país, uno de los mayores productores de hidrocarburos en el mundo.
En cuanto a una negociación entre Kiev y Moscú, el mandatario manifestó: «Creo que primero Rusia tiene que parar la guerra, que respete del derecho internacional”. El mandatario agregó que no tenía ninguna razón para llamar a Putin y precisó que «en este momento hay una contra-ofensiva ucraniana y llegará el momento, espero, de que se realicen negociaciones bajo los términos de Ucrania. Pero insisto, una negociación sólo es posible si Rusia reconoce el derecho internacional, que es el único que nos permite hoy vivir en Paz».
Macron se negó a identificar a Rusia como un país «enemigo», pero sí reconoció que ese país «se ha puesto, por voluntad propia, en una situación en la que ya no respeta el derecho internacional, (Rusia) se ha convertido de nuevo en una de las únicas potencias coloniales del siglo XXI al librar una guerra de imperio a su vecina Ucrania. (Rusia) es una potencia de desestabilización en África a través de milicias privadas que van allá a dedicarse a la depredación, a las exacciones contra la población civil, como documentó la ONU en la República Centroafricana a través de (la milicia paramilitar privada) Wagner. Así que no creo que Rusia esté desempeñando un papel beneficioso para la comunidad internacional debido a las decisiones que está tomando en la actualidad», concluyó.
El gran problema de la deuda
«Si cancelas la deuda de la noche a la mañana, al día siguiente nadie prestará», advirtió asimismo Macron, e insistió sobre la necesidad de «modelos de financiación sostenibles». Por tanto, hay que reestructurar la deuda. «Lo hicimos para Chad y lo concluimos ayer para Zambia», dijo.
«En los últimos quince años», cuando se ha reestructurado la deuda, los países han recurrido a China, «que es lo que ha ocurrido en casi todo el continente africano». Para evitar este fenómeno, que Macron considera «un gran problema», hay que incluir a China en el sistema de la deuda», sostuvo.