A través los años, los medios de comunicación social regentado por periodistas, han demostrado ser elementos fundamentalmente sobresalientes en la divulgación de hechos que, para bien o para mal, sacuden al entorno internacional.
Los periodistas son los adalides que con la objetividad que la ocasión amerita, divulgan el hecho noticioso e incluyen el comentario o ingrediente histórico que permite al receptor nutrirse de ideas y, en ocasiones, se convierte en eje orientador que determinan el rumbo de ciertos acontecimientos.
No podemos negar que, como en toda actividad, algunos periodistas mediante acciones impropias, tergiversan hechos encaminandos hacia objetivos políticos o económicos, sin embargo, los medios de comunicación social continúan siendo informantes de los acontecimientos sociales, políticos, económicos, religiosos o lamentablemente trágicos. El periodista panameño, que es un hidalgo embriagado de vocación, ha enfrentado severas situaciones, sin embargo, no cae en provocaciones , se sacude de las sandeces proferidas en su contra, se empina ante las adversidades y cumple la misión encomendada.
Hoy Día del Periodista, la nación panameña se encuentra incendiada por hechos agrios fomentados por aquellos que ostentando el poder, desoyeron el clamor popular.
Ignorar al pueblo, cuyo pesar se manifestó a través de los periodistas, acumuló resentimientos y el resentimiento incendio el caos.
Ahora que la nación es una llamarada de problemas, le corresponde al periodista informar mientras se enfrenta a epítetos indignos que intentan desacreditarlo.
Al periodista se le encuentra en el centro del álgido problema y, ceñido al excelente profesionalismo, debe mantener el criterio adecuado, la compostura necesaria y el exigente decoro.
Ser periodista no es un oficio fácil.
Se requiere una destreza especial, el coraje adecuado, la compostura profesional, erguido ante los reproches de los parlachines tradicionales que atiborran a la nación con habladurías de sandeces.
El periodista, a pesar que muchos no lo quieren reconocer, es un adalid al servicio de la patria.
Si no informa adecuadamente el país vivirá políticamente desorientado, ignorante y con una opinión mediocre fomentada por balbuceos de mentirosos que se aprovechan de los medios de comunicación social para fines aviesos.
El periodista es digno de ser considerado como un excelente profesional; no es el profesional pesetero sometido a ciertos criterios políticos.
Es el obrero hidalgo que se desplaza recogiendo datos divulgando hechos sin las contaminación espúreas que algunos intentan introducir.
Hoy Día del Periodista queremos reconocer y enaltecer la misión que con excelente profesionalismo desarrollan los comunicadores sociales panameños para mantener informados al país de los hechos, buenos o malos, que se suscitan en el entorno gubernamental, social, político, económico y religioso. Los exhortamos seguir adelante con la hidalguía que los caracteriza, ignorando las expresiones circenses proferidas por aquellos que lucran o través el liderazgo político o sindical.