Mientras firmaba una petición a favor de una pausa de seis meses en la investigación de la inteligencia artificial, Elon Musk se preparaba para volver a este nuevo mercado con una start-up especializada. Su nombre: X.AI
X es el nombre en clave de la aplicación multiuso con la que sueña sustituir a Twitter. ¿Conseguirá X.AI dar la campanada en su campo desarrollando una nueva joya tecnológica que supere al Chat GPT4? ¿Volverá Elon Musk a trastocar un sector como hizo en el espacio con su cohete Space X y en la industria automovilística con Tesla?
El empresario, al que le gusta hablar en las redes sociales, guarda silencio sobre sus intenciones. A diferencia de los mercados automovilístico o espacial, en los que hay actores muy asentados, el de la inteligencia artificial es a la vez prácticamente virgen y extremadamente móvil. Y Elon Musk tiene que ponerse al día primero con Chat GPT. El fenómeno del momento recientemente puesto en servicio por Open AI. Este robot conversacional que asombra al mundo se ha visto especialmente afectado por la pausa que Elon Musk y otros expertos pedían en su petición.
El visionario empresario de Silicon Valley fue uno de sus fervientes cofundadores en 2015
Abandonó el barco tres años después oficialmente para centrarse en los proyectos de inteligencia artificial de Tesla. En teoría, la startup será independiente de Tesla pero aprovechará los recursos de las otras empresas de éxito del multimillonario. Podría, por ejemplo, utilizar las capacidades informáticas del fabricante de coches eléctricos para acelerar sus investigaciones. X.AI también encontrará en Twitter un repositorio de datos disponibles para entrenar su modelo de adquisición del lenguaje. Twitter adquirió recientemente 10.000 procesadores gráficos esenciales para la investigación en inteligencia artificial. También en este caso, un recurso que probablemente interese a la nueva startup. Los inversores de las empresas de Elon Musk han sido invitados a apoyar la nueva compañía. Para abrirse camino, necesitará reclutar a los mejores cerebros humanos. Media docena de ingenieros del laboratorio DeepMind, creado por Alphabet, la empresa matriz de Google, ya se han subido a bordo.
Esta nueva empresa entra en un mercado de IA en auge
De hecho, los pesos pesados de la tecnología estadounidense, Google, Amazon y Microsoft, así como start-ups como Open Ai, están recaudando enormes sumas de dinero para impulsar el desarrollo del sector. Los chinos también son muy activos. Esto es sólo el principio. Se prevé un crecimiento exponencial: un 38% anual hasta 2030. Una progresión alucinante en la que no es cuestión de pararse a preguntarse por los efectos nocivos de estas nuevas máquinas capaces de engañar al cerebro humano.
Sin embargo, es un mantra recurrente en el mundo de la tecnología
Eric Schmidt, antiguo jefe de Google, pide que los actores del sector se pongan de acuerdo sobre normas comunes. Ayer, el actual jefe de Google, Sundar Pichai, también pidió más regulación en una entrevista en la CBS: «Cuando trabajas en IA durante un tiempo, te das cuenta de que es algo tan diferente y tan profundo que necesita regulación para que la sociedad se adapte». Por su parte, Elon Musk, invitado en la cadena conservadora Fox News, advirtió de los peligros de la IA apuntando a los programadores de izquierdas que podrían mentir u ocultar información. Obviamente, cada uno tiene su propia concepción de los peligros de esta nueva revolución tecnológica.