El documento, llamado «Dignitas infinita» («Una infinita dignidad»), fue aprobado por el papa Francisco. Para algunos es una forma de salvar divisiones dentro de la iglesia, cuatro meses después del escándalo que supuso la instauración de las bendiciones de parejas homosexuales.
El documento aborda los temas claves del pontificado de Jorge Bergoglio, como la guerra, los derechos de las personas migrantes, la pobreza, la ecología o la justicia social, además de otras cuestiones bioéticas o relacionadas con la violencia en internet.
El texto, fruto de cinco años de trabajo, fu publicado por el Dicasterio para la Doctrina de la fe, el poderoso órgano de la Santa Sede encargado del dogma que enumera casos de «violaciones concretas y graves» de la dignidad.
Según la publicación, la gestación subrogada entra «en contradicción total con la dignidad fundamental de todo ser humano», y «la aceptación del aborto en la mentalidad, costumbres y en la propia ley» refleja «una crisis muy peligrosa de la moral».
Por primera vez de forma tan específica, el Vaticano denuncia vehementemente la «teoría del género», que Francisco tacha de «colonización ideológica muy peligrosa».
«Cualquier intervención de cambio de sexo corre el riesgo, de forma general, de amenazar la dignidad única que una persona recibe en el momento de la concepción», señala el documento.
Al tiempo, la Iglesia recuerda que las personas LGTB+ deben ser respetadas y denuncia que «en algunos lugares, muchas sean encarceladas, torturadas e incluso privadas del bien de la vida solo por su orientación sexual».
También dedica una parte a la violencia machista, afirmando que «nunca será lo suficientemente condenada».