La Knesset – el Parlamento israelí – ratificó este lunes 24 de julio un fragmento del proyecto de ley sobre la reforma de la justicia.
Con 64 votos a favor, sobre un total 120 legisladores, los diputados decidieron remover la llamada cláusula de «razonabilidad”, que permitía a los jueces de la Corte Suprema anular medidas del ejecutivo consideradas “irrazonables”.
Los diputados de la oposición decidieron no participar en el voto sobre el texto, cuyo punto central se convierte en ley.
Miles de manifestantes salieron a marchar de nuevo en Jerusalén este lunes contra la reforma. Se da además inicio a una huelga del sector comercial.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, se reunió el domingo con representantes de la oposición y del gobierno, para intentar llegar a un compromiso. Calificó la situación de «una emergencia nacional».
«Puede que ocurran incidentes violentos»
A las protestas se han sumado distintos sectores políticos y sociales, incluidos reservistas militares. “Policías, miembros de los servicios de inteligencia del Shin Bet y del Mosad, se han expresado contra de la reforma. Dicen que no quieren colaborar con el gobierno. Se habla de un posible golpe de Estado y de una huelga general larga. Puede que ocurran incidentes violentos”, dice a RFI la socióloga Nitzan Perelman.
El presidente Joe Biden instó al gobierno a no presionar el pueblo con «divisivas» reformas judiciales.
“El verdadero problema lo veremos en unos días, cuando la Corte Suprema se pronuncie acerca de la ley de reforma judicial. Si la anula, habrá una confrontación entre el gobierno y la Corte”, estima por su parte Denis Charbit, politólogo de Open University de Israel.
Fuente: Radio Francia Internacional.