En declaraciones a la radio RTL el lunes por la mañana, el portavoz del Gobierno Olivier Véran afirmó con prudencia que se habían respetado todos los procedimientos de seguimiento.
Médico de profesión, Véran no cuestiona el seguimiento del presunto autor del atentado. «Las pruebas preliminares demuestran, una vez más, que los procedimientos médicos, administrativos y penales de este individuo se ajustaron a lo que permitía la ley. Y todas las decisiones, ya sean legales o médicas, es decir, la pena de cuatro años de prisión, la obligación de tres años de seguimiento, la vigilancia a largo plazo, estas obligaciones se han cumplido».
En otras palabras, según el marco legal actual el sistema funcionó tal como estaba previsto. Para el portavoz del Gobierno, hay que revisar la ampliación de la orden de tratamiento en casos de radicalización islamista. Unos minutos más tarde, en el canal de noticias BFMTV, el Ministro del Interior se mostró más agresivo.
Gérald Darmanin alabó el trabajo de la policía, pero señaló claramente con el dedo a los médicos encargados de su seguimiento. «Ha habido claramente un fallo, no en el seguimiento por parte de los servicios de inteligencia, sino que ha habido claramente un fallo psiquiátrico, ya que los médicos, en varias ocasiones, consideraron que estaba mejor, que era más normal y que podía vivir, si me atrevo a decirlo, libremente». Y el Ministro del Interior reiteró su deseo de crear un marco administrativo que permita al representante del Estado ordenar un seguimiento médico.
El partido La Agrupación Nacional de Marine Le Pen prefiere denunciar un fracaso político. Su presidente, Jordan Bardella, denunció la «ineficacia» del Ministro del Interior y su responsabilidad moral, argumentando que el ataque no fue consecuencia de un problema relacionado con el tratamiento psiquiátrico del agresor. «No creo que haya habido un fallo psiquiátrico, creo que ha habido un fallo político por parte de Gérald Darmanin y de todo el Gobierno, que tiene el peor historial de seguridad… Creo saber parece que desde principios de año se han frustrado una cincuentena de proyectos [de atentado], y cada vez hay más lagunas, en las que cada vez están implicados individuos que son objeto de seguimiento por sus estrechos vínculos con el movimiento islamista», declaró Jordan Bardella al servicio político de RFI. “Así que el Ministro del Interior tiene una responsabilidad moral y política en la inseguridad que afecta hoy a nuestros conciudadanos, ya sea de naturaleza delictiva, criminal o terrorista. Creo que estos debates son una distracción, eso es todo. No se trata de psiquiatría, se trata del Islam radical”.
A última hora del domingo, a petición del Presidente de la República, Elisabeth Borne mantuvo una reunión de seguridad con el Ministro de Justicia, el Ministro de Sanidad Aurélien Rousseau, el portavoz del gobierno Olivier Véran y el Ministro del Interior. A pocos meses de los Juegos Olímpicos, este atentado ha puesto al gobierno bajo presión.
Fuente: Radio Francia Internacional.