La nación panameña se encuentra sumida en una serie de hechos que posiblemente estén enlazadas con la actividad política donde diez ciudadanos anhelan llegar a la presidencia de la república.
En ese forcejeo por los votos, aparecen candidatos que se consideran adalides que podrían sacar al país del pozo desdichado donde ha sido sumergido por gobernantes ineficientes.
En la canasta de aspirantes a cargo públicos, que esperan el beneplácito del voto, aparecen personajes que consideran que un país tan complejo como Panamá, se puede administrar por control remoto, lejos de los linderos patrios, haciendo sonar maracas y tambores para atraer simpatías de un pueblo que sofoca sus penas bailando.
Panamá, la nación que gradualmente se despoja del atraso, ya no es el país que llamaron “banana republic” o de habitantes “buchís” que vivimos despreocupados celebrando carnavales.
La nación está despertando…..lentamente pero está despertando.