La Asociación de Afrodescendientes y la Comunidad Rastafari de Panamá denunciaron que estudiantes de sector oficial son víctimas de bullying y discriminación racial.
Estas personas acudieron a la Defensoría del Pueblo para que les soliciten al Ministerio de Educación (Meduca) adoptar medidas administrativas más estrictas contra la discriminación; mejorar la calidad y el acceso a la educación a favor de los niños, niñas y adolescentes.
Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo procedió a abrir una queja de oficio contra tres centros educativos del sector estatal, luego de una inspección y acompañamiento a dos escuelas donde incluso una directora de un plantel agredió física y verbalmente a un funcionario de la entidad de derechos humanos.