Al inicio de la década de los años sesenta, durante el gobierno del Presidente Marco Aurelio Robles Méndez, se creó el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos, institución conocida por sus siglas de IFARHU.
La creación del IFARHU emergió como excelente idea porque permitiría , mediante becas, beneficiar a estudiantes sobresalientes que no tenían recursos pero estaban dotados de vocación para nutrirse de conocimientos que pondrían al servicio de la patria.
El IFARHU se inicia con tenues resultados, sin embargo, después del golpe de Estado perpetrado contra el Dr. Arnulfo Arias, y con la creación de la Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos, se descubrió una mina de oportunidades que permitiría a estudiantes talentosos, pobres, campesinos e indígenas, tradicionalmente marginados del manantial de oportunidades educativas, disfrutar de un beneficio económico que los dotaría de un título profesional.
El IFARHU se convirtió en institución benefactora de los humildes, hasta que algunos políticos, con mentalidad de corruptos , transformaron la institución en un botín para favorecer intereses personales o copartidarios.
Los beneficios que otorga el IFARHU, al parecer, se han convertido en un fondo para la rapiña descarada donde los favorecidos parecen ser aquellos con ciertos vínculos políticos o tintes ideológicos.
La administración del IFARHU que debió ser prístina, inmaculada y sin manchas, está embarrada de cuestionamientos.
La institución, al parecer, está siendo utilizada como botín político para favorecer a los allegados al partido político gobernante y margina a estudiantes inteligentes que son sometidos a condiciones de menesterosos del sistema educativo.
El Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos (IFARHU), según denuncian los afectados, se convirtió en descarado botín político, por lo tanto, urge una investigación para determinar si hay dolo en su administración y, de comprobarse, los responsables deben ser encarcelados para que los venideros administradores, escarmienten y los actuales aprendan a respetar los fondos públicos que se destinaron a estudiantes talentosos humildes pero fueron descaradamente malversados por piratas contemporáneos.