El departamento colombiano de Arauca, en la frontera con Venezuela, se ha convertido por enésima ocasión en una zona de guerra en el comienzo de este 2022. Una veintena de personas han sido asesinadas este fin de semana en medio de las violentas disputas entre disidencias de las extintas FARC y guerrilleros del ELN en una zona históricamente golpeada por el conflicto armado, con miles de habitantes en riesgo que podrían desplazarse para huir de los enfrentamientos, de acuerdo con autoridades locales. Tanto la oficina en Colombia de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos como la Defensoría del Pueblo han expresado su preocupación por los homicidios, amenazas y desplazamientos y han alertado de los crecientes peligros para la población civil.
La Defensoría del Pueblo ha confirmado al menos 16 muertos. A lo largo del domingo ya se habían reportado más de una docena de asesinatos en Arauca, y en la noche hubo más informes. “A esta hora tenemos 24 personas ya oficialmente reportadas como asesinadas”.
Arauca, un departamento atravesado por dos importantes oleoductos, no ha podido escapar del abandono estatal y la persistencia de los actores armados a pesar de los recursos de la explotación petrolera.
Fuente: El País