Los cultos de la personalidad distraen a las personas de los verdaderos problemas – Noam Chomsky
La economía es un tema tan complejo, tan difícil de entender, tan denso que preferimos ignorarla. Las vías por las que viaja nuestro dinero hasta nuestros bolsillos no merecen mayor atención que la poca que le brindamos al abrir nuestra cuenta bancaria y ver los números reposando dentro. La economía es difícil, eso creemos, y por ser difícil es mejor dejársela a quienes invierten su vida en ella. Esa ciencia a la que le otorgamos la confianza de jugar con nuestra cartera, esa, que para el economista Ha-Joon Chang, usa palabras complicadas como triquiñuelas para enmascarar su accionar, esa, la economía, es más simple de lo que se cree.
Tan sencilla que la vivimos en nuestro día a día. Somos participes de ella, queramos o no, y eso, aunque le duela a algunos ardidos de la estrella roja y el puño en alto, nos hace piezas de una maquinaria que no se detiene. Porque a todos nos gusta ver los billetes reunidos en nuestra cartera, a todos queremos salir a rumbear sin pensar en la cuenta o comprarnos un vestido de Óscar de la Renta, como decían los Bacilos. Y esto SOLO se consigue si aquellos responsables de que nuestras monedas se mantengan vigentes, si no que se lo pregunten a los bolívares que ahora transitan por las carteras de los que los usan como souvenirs.
Pero en vez de meternos de cabeza en la lucha por mejorar nuestras propias finanzas, de perseguir a los que se niegan a dejar gastar miles de millones en chiringuitos y proxie-wars, estamos pendientes de las parejas de una cantante de country.
Taylor nos ha demostrado que el amor da muchas oportunidades, lo que debemos hacer es saber tomarlas a tiempo. Fotos: wikipedia.org
Estados Unidos, ese centro neurálgico de donde salen las peores ideas y las mejores estrategias, estuvo a finales de la semana pasada de causar un terremoto económico entrando en impago. El imperio americano estuvo a escasa horas de un desastre de categoría nuclear, se salvaron por lo pelos solo un bill firmado por Sleepy Joe, como lo llama Donald Trump, evitó el desastre. Ahora tienen menos de 45 días para que el Congreso pacten algo que satisfaga las necesidad imperante de los demócratas de gastar dinero y la inoperancia de los republicanos en la gestión.
Pero esto no causó revuelo, de esto no se habla, es mejor ver como la cantante de 33 años se presenta en el palco privado de un jugador de fútbol americano. Como ella y la madre del susodicho celebran cada jugada. La vida es más tranquila así, más apacible, más entretenida. Las parejas de Taylor Swift son otra manera de dominar al mundo.