Una multitud de turistas australianos toman fotos de la basílica de Montmartre. “Tengo la impresión de que el ejército y la policía están por todas partes. Me pone de nervioso verlos, con sus armas”, dice a RFI Hamish, que visita París.
“Me hace pensar que puede pasar algo”, comenta por su parte John.
Los soldados de la Operación antiterrorista Centinela han estacionado su vehículo verde para patrullar a pie alrededor de la basílica Sagrado Corazón, bajo las órdenes del jefe de sección, el teniente Étienne, de 26 años.
“Aquí hay otros puntos importantes para nosotros: escuelas, guarderías, lugares públicos. Lo bueno es que podemos hacerlo todo a pie, sin utilizar vehículos”, apunta.
Estos soldados comunican entre ellos en medio de la multitud, con gestos y de forma discreta.
“Acabo de hacer señas al jefe de grupo para que se una a mí”, explica el teniente Étienne.
La patrulla decide trasladarse de las escaleras de la basílica hacia alguna calle estrecha. Los soldados caminan en línea, los unos detrás de los otros, siempre guardando un metro de distancia.
“Si hay que reaccionar, tenemos mayor movilidad que si nos amontonamos. Ojalá no ocurra, pero si hay disparos, al menos se reduce el riesgo de que nos dispare de frente a todos”, detalla.
«Dominar el cansancio»
La patrulla avanza lentamente, con pasos firmes. Cada soldado escanea a calle con los ojos. El cabo Elias es el líder del grupo. Lleva una boina en la cabeza y una mano en la pistola.
“Mantengo la mirada en estos dos soldados, ellos son mis ojos. Cada uno observa un sector. Nuestra misión consiste en proteger a la población, entonces en zonas con muchos turistas como esta voy a colocar a mis soldados en ese puesto de observación”, explica.
Para mantenerse alerta durante largas horas caminando, recorriendo hasta 20 kilómetros diarios, los soldados de la Operación Centinela aprendieron en su formación a “dominar el cansancio”.
Estos soldados vienen de Castres, en el sur de Francia. No saben cuánto tiempo permanecerán en París como refuerzo en la misión antiterrorista. Intervienen muy rara vez y en la mayoría de los casos se trata de paquetes sospechosos abandonados en estaciones de tren.
La Fuerza Centinela se considera ante todo una presencia disuasoria en las calles francesas, para tranquilizar a la población.
Fuente: Radio Francia Internacional.