El Parlamento chileno ha aprobado este martes el matrimonio igualitario, una de las demandas históricas de los colectivos de la lucha por la diversidad sexual, que han dado una larga batalla legislativa para llegar a este día histórico. El proyecto, que queda listo para convertirse en ley, otorga a las parejas del mismo sexo los mismos deberes y derechos que tienen los matrimonios heterosexuales de acuerdo a la legislación chilena. En sus últimos trámites legislativos, la iniciativa hoy fue aprobada en el Senado y, en su última revisión en la Cámara de Diputados, apoyado por 82 congresistas, con 20 votos en contra y dos abstenciones. “Estoy muy emocionada. Es una lucha ardua de muchos años”, confiesa a EL PAÍS la jueza Karen Atala, directora de Fundación Iguales, que trabaja por los derechos de las personas LGTBi. “Hemos logrado la conquista de nuestros derechos para ser ciudadanos de primera clase, dignos y decentes. Partimos con la ley antidiscriminatoria, luego los acuerdos de unión civil, luego la ley de identidad trans y ahora el matrimonio igualitario”, asegura al teléfono a minutos de la decisión final del Congreso.
El proyecto de ley fue aprobado en medio de los aplausos y de escenas de emoción de integrantes de organizaciones que desde 2017 esperaban este momento, cuando el proyecto fue presentado por el Gobierno de Michelle Bachelet. Fue el actual presidente, Sebastián Piñera —que en su primer mandato promulgó los acuerdos de uniones civiles—, el que le puso urgencia a la discusión del proyecto de matrimonio igualitario en su última cuenta pública ante el Congreso en junio, lo que sorprendió a la opinión pública y generó división en el oficialismo de derecha. Es una iniciativa que cuenta con amplio apoyo popular, un 63%, de acuerdo a un sondeo de la encuestadora Ipsos de junio pasado. A nivel latinoamericano, solo Argentina supera estas tasas de aprobación, un país que tiene matrimonio igualitario y donde un 73% apoya la norma, según el mismo estudio de opinión. Mientras, España aprobó este tipo de uniones en 2005.
“Con la aprobación del matrimonio igualitario, Chile ha dado un paso histórico y decisivo para el avance y consolidación de los derechos humanos de las parejas del mismo sexo y de las familias homoparentales, todas las cuales, sin distinción, venían siendo discriminadas y vulneradas desde los orígenes de nuestro país”, aseguró en una declaración el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH), una de las históricas organizaciones que trabaja en Chile desde comienzos de los años noventa a favor de los derechos cívicos y antidiscriminación de lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersex y queer (LGBTIQ+). “La definición estatal sobre el matrimonio existente hasta hoy en Chile se derrumbó. La homofobia, la heteronormatividad y la desigualdad que lo caracterizada, en desmedro de las personas LGBTIQ+ , ha llegado a su fin. El cambio es revolucionario”, aseguró la organización, que ha llamado a una gran fiesta ciudadana en la tarde de este martes en el epicentro de Santiago de Chile, en la plaza de Italia.
Fuente: El País