Parecen pequeños radares, pero no se limitan a hacer fotos. Con sus láseres y cámaras, estas máquinas pueden reconocer a los gatos y distinguirlos de las demás especies que deben proteger. Y si un gato se acerca demasiado, lo rocían con un gel tóxico que, una vez ingerido, es mortal.
Seis millones de gatos callejeros
El proceso puede parecer brutal, pero en Australia los gatos son una especie invasora, dos tercios de la población son salvajes, y lo menos que podemos decir es que no se conforman con croquetas.
Los científicos calculan que los gatos matan más de cinco millones de animales al día en Australia, sin contar los invertebrados, y que representan una amenaza para la supervivencia de más de 120 especies, entre ellas el walabí de las rocas y el muy bonito numbat.
No es seguro que la quincena de máquinas desplegadas consigan invertir la tendencia. Se calcula que en Australia hay más de seis millones de gatos callejeros.
Fuente: Radio Francia Internacional / Grégory Plesse corresponsal en Sídney.