Mal perder
Vuelve la mula al trigo, y vuelven los perequeros anonimoquejosos a hacer sus pataletas. Esta vez, por suerte, no ha ido nadie a frentear a los jurados exigiendo duelo a puñetazos, pero se mandó texto sin firma dizque con la preocupación de que ‘la partida se pierda’.
Venga, voy a ponerlos en contexto, que veo gestos de asombro. Hace unos meses la nueva administración municipal anunció que a causa del mal estado de las arcas iban a cancelar la convocatoria de este año del Concurso Municipal de Literatura Carlos Francisco Changmarín, que este año le tocaba a la poesía.
Surgieron voces protestando, que si era una vergüenza porque para otras cosas sí había plata, que si la literatura es siempre la Cenicienta, que si empezamos los cinco años con mal pie, que si esto, que si lo otro. Tanto fue así que el burgomaestre reculó y de algún sitio salió el dinero para el premio.
Ahí estaban, una vez más, en la línea de salida los poetas del patio, ansiosos de gloria, sí, claro, y de los siete mil palitos del primer premio, de los cinco mil del segundo y de los tres mil del tercero. No me malinterpreten, claro está que los vates patrios concursan tan solo por la corona de laurel y el honor, pero tampoco me nieguen que a nadie le amarga un dulce, y más si llega así cerquita de la Navidad. Como sea, concurso convocado, jueces reunidos, fallo entregado.
Y aquí llega el escándalo, los jurados deciden que se quedan desiertos el primer y el segundo lugar. Premiando con el tercer lugar a un poeta del interior del país poco conocido en el mundillo farandulero literario, vamos, que no es uno de ‘los mismos de siempre’.
¡Para qué ha sido esto!
No se ha perdido tiempo y anda rodando por grupos de WhatsApp y redes sociales un texto, anónimo, que sugiere poca transparencia, insinúa que la administración del Municipio seleccionó previamente trabajos excluyendo de manera intencional a algunos de los concursantes. Afirma que al concurso se presentaron muchos autores de reconocida trayectoria, (nombrando en concreto a uno de ellos, incluyendo su localidad de residencia y aquí yo me pregunto ¿cómo podemos estar seguros de quién concursa si no se han abierto las plicas?) y sugiere que es imposible que ninguna de las obras de dichos autores fuera digna de ser premiada. Insinuando, al fin, que los jurados, declarando desierto un premio, se burlan y menosprecian al talento nacional.
Al autor de dicho anónimo y a los que, como palmeros descerebrados aplauden este tipo de chogorradas les digo: váyanse a cagar, y mientras se entretienen en el retrete piensen que el mal perder siempre se relaciona con una baja tolerancia a la frustración y denota un deplorable control de los impulsos. Además, claro está, de que este tipo de exabruptos demuestra que la persona que está haciendo la pataleta por perder tiene una bajísima autoestima.
Querido mío, si te presentas a un concurso tienes que ser consciente de que puedes perder. Y no solo eso, sino que no siempre vas a perder ante alguien que es mucho mejor que tú, querido anónimo, a veces la trayectoria del ganador no tiene por qué ser mejor que la tuya, pero ese trabajo que presentaste, ese en concreto, era una caca. Supéralo, reflexiona, querido anónimo. Sana sana, culito de rana, y ya pasó.
Edita y mejora para el año que viene. A ver si no tenemos que volver a leer tu pataleta patética otra vez.