• Inicio
  • Noticias
  • Audios
  • Reportajes
  • ¿Qué comemos hoy?
  • Aullido de Loba
  • Galeria
  • Radio en vivo
  • ¿Cómo se domina el mundo ?
  • ELECCIONES 2024
lunes, junio 9, 2025
  • Login
KW Continente
No Result
View All Result
  • Inicio
  • Noticias
  • Audios
  • Reportajes
  • ¿Qué comemos hoy?
  • Aullido de Loba
  • Galeria
  • Radio en vivo
  • ¿Cómo se domina el mundo ?
  • ELECCIONES 2024
No Result
View All Result
No Result
View All Result
Home Noticias

Aullido de Loba

KW Continente por KW Continente
05/20/2025
en Noticias
0
Aullido de Loba

República bananera

Me fascina meditar sobre el absurdo sinsentido de nuestro Panamá surrealista. Sin duda se han dado cuenta de que somos un país con una bandera y una carretera. En este país nuestro, donde esa sola carretera sostiene el flujo de bienes, vidas y sueños de cuatro millones y medio de almas, algunos creen que el acto supremo de resistencia consiste en bloquearla. Y luego sentarse, orgullosos, a contemplar el caos que sembraron. Mientras tanto, el camión cargado de alimentos perecederos fermenta al sol. El enfermo no cruza. El turista pierde su vuelo y el jornalero no cobra. Pero, ¡ah!, la revolución exige sacrificios… sobre todo si esos esfuerzos los hacen otros.

            Ahora, los mismos que aplauden el cierre de calles como si fuera una danza heroica contra el capitalismo opresor, andan por ahí con el ceño fruncido de pura indignación, pero no por el desempleo, ni por la quiebra de los productores, ni por la empresa que ahora prefiere mandar su operación a Costa Rica. No. Lo que les duele es que no hay guineo en el supermercado. Ese es el verdadero rostro de la resistencia en versión orgánica. ¡No hay para el batido detox, ni para el bowl de avena con chía, ni para la merienda del niño. Aunque, no se preocupen, la sangre no llega al río porque los niños de las escuelas privadas no han perdido ni un día de clase. 

            La crisis del guineo en Panamá no la ha provocado una plaga, ni el cambio climático, ese del que dicen defendernos. La detonó, una vez más, un grupo de iluminados que encubren su sabotaje bajo el manto de la protesta y arrastran tras sus arengas a un bonche de gente, ingenuos e ilusos que piensan que el cambio a sangre y fuego es una buena idea. A pesar de que a lo largo de la historia se ha demostrado una y otra y otra vez que una cosa es llamar al Diablo y otra muy distinta es verlo llegar. 

            El Diablo ha llegado, en los últimos días más de 900 000 (novecientas mil, casi un millón) cajas de banano perdidas. Más de 10 millones de dólares evaporados y cientos de familias que hoy no tienen ni salario ni futuro inmediato.

            Los cabecillas cabecicalientes, que saben todo eso, (¡claro que lo saben pero les importa un ardite!), andan echándose fresco porque a ellos sí les pagan, (quién y por qué ya es harina de otro costal); pero no se equivoquen, señores, ellos cobran, los peces gordos y las goldenfish girls de las protestas cobran. Y con lo que cobran pueden comprar el guineo al precio que les pidan por él. 

            Pero esto no empezó con el banano, aunque sea el mismo libreto y los mismos actores, porque antes del racimo, vino el cobre.

            En nombre de una pureza ambiental de cartón piedra, las protestas tumbaron la mina más importante del país. Minera Panamá representaba el 4.5% del PIB nacional, generaba más de 50 000 empleos entre directos e indirectos y aportaba ingresos fiscales superiores a los 375 millones anuales. El yacimiento es uno de los más ricos de América. ¿Y qué hicieron? Lo cerraron. Aplausos. Gritos. Pancartas. Y miles y miles de familias sin ingresos. 

            Lo mismo ocurre con la pesca industrial. Tampoco la quieren, porque esquilma el mar, aunque sustenta a comunidades enteras. Y si se menciona la palabra “hidrocarburos” los soldados de la Pachamama entran en convulsión moral. No importa que ahora mismo dependamos de las importaciones aunque tengamos reservas potenciales en nuestras costas. Todo lo que huela a producción real, a materia prima, a economía tangible, les repugna. Quieren naturaleza virgen, pero lejos, porque odian a los sapos, los alacranes les dan pavor y si un murciélago despistado comete el error de entrar en su casa los chillidos se escucharán hasta en Puerto Mutis. Quieren vivir en una ciudad jardín, pero mueven los hilos para cortar un hermoso gigante verde a medio kilómetro de su nueva casa porque les llena el patio de pelusa. Son ecologistas de pancarta y pandereta.

            ¿De qué creen estos adalides que vamos a vivir? ¿Del turismo?

            Aunque hoy el turismo aporte un 16.4% del PIB panameño, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), esta no puede convertirse en la única tabla de salvación. No mientras los accesos a los aeropuertos se cierren con piedras y las playas huelan a caucho quemado y estén cubiertas por cientos de miles de botellas, millones de pañales desechables llenos de pupú de bebé y un par de lavadoras que encallaron allí tras la última riada.

            Vivimos en una república que se jacta de ser soberana pero que actúa como feudo tribal, donde cada quien se arroga el derecho de paralizar al resto porque su causa es —por definición autorreferencial— “la más justa”. Donde la izquierda milenial juega a ser Che Guevara desde el iPhone, mientras cita a Galeano entre sorbos de smoothie de frutas exóticas (oooobvio, porque guineo no hay).

            El banano es, en realidad, símbolo de algo más profundo, la empecinada incapacidad para ver más allá del ombligo ideológico. Para entender que no se construye una nación desde el berrinche, ni se defiende la justicia social jodiéndole la vida al prójimo. La mina cerrada, el mar vedado, la carretera bloqueada y la tierra improductiva se erigen en voz del pueblo, del mismo pueblo al que los que tratan de pescar en río revuelto están asfixiando. «¡No me quieras tanto!» sería el ruego agónico.

            Conste que se les dijo. Se les advirtió. Se les recordó Puerto Armuelles. Ahora Chiquita cierra fincas en Changuinola y se va mudando. Y cuando el último barco parta, no habrá marcha atrás. ¿Y los que despotrican contra los empresaurios y los extranjeros que vienen a llevarse nuestra riqueza? ¿Cuál de esos bocachanclas dará un paso al frente y será capaz de llevar la batuta para mantener la producción y el proceso de cosecha, venta y exportación? ¿No que son tan listos? ¡No me digan que un sindicato de gente brillante no va a ser capaz de traer riquezas a la región!, seguro que hay algún ejemplo que… ¡oh, esperen… ups!

            Sigan, sigan escuchando a los revoltosos, ellos van a seguir cobrando y a todos los demás no solo les faltará banano. Faltará empleo. Faltará dignidad. Faltará país. Pero, eso sí, ellos seguirán berreando “Sin lucha no hay victoria”, ni smoothie.

Articulo Anterior

Aullido de Loba

Siguiente articulo

Aullido de Loba

KW Continente

KW Continente

Siguiente articulo
Aullido de Loba

Aullido de Loba

Please login to join discussion

Categorias

  • ¿Cómo se domina el mundo?
  • ¿Qué comemos hoy?
  • Artículo de Opinión
  • Así Amanece Panamá
  • Audios
  • Cambio Democrático
  • Columnas
  • Construcción
  • COVID-19
  • Cultura
  • Deportes
  • Economia
  • Editoriales
  • El aquelarre
  • Entrevistas
  • Farándula
  • Glosas
  • Internacionales
  • La palabra con Mayín Correa
  • Lobatomía
  • Loteria
  • Nacionales
  • Noticias
  • Parámetro informativo
  • Policivas
  • Política
  • Primarias
  • Recetas
  • Reportajes
  • Reportajes
  • Salud
  • Sin categoría
  • Sobreruedas
  • Tecnologia
  • Versus
  • Versus

KW Continente. Una radio de más de 40 años de experiencia. Siempre del lado de la imparcialidad y la verdad. Nuestro lema, con la verdad por encima de todo, nos representa y es la antorcha que ilumina nuestro caminar.

Siguenos

  • Política de privacidad
  • Elemento del menú

© 2020 Kw Continente - Diseño por: Oleo Studio.

No Result
View All Result

© 2020 Kw Continente - Diseño por: Oleo Studio.

Welcome Back!

Login to your account below

Forgotten Password?

Create New Account!

Fill the forms bellow to register

All fields are required. Log In

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Log In