Una juventud ansiosa por despojarse de la ignorancia y anhelando conquistar escalones profesionales que les permita vivir con la dignidad que merecen, espera que el otorgamiento de becas por parte del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos no sea utilizado como canje por aquellos políticos que consideran que esta institución es un botín para conquistar simpatías electorales.
El IFARHU, fue creado para auxiliar a los más necesitados y no debe ser utilizado como institución donde prevalezca el criterio político para premiar a copartidarios o allegados.
Las becas o auxilio económico debe ser un beneficio generalizado y su otorgamiento debe ser sagrado y no utilizada por políticos pelechadores para premiar a simpatizantes o copartidarios.
Con el inicio de la campaña electoral debemos estar alertas porque podrían surgir maniobras de aquellos que mendigan simpatías a través del canje de becas por votos.
Las becas no son armas políticas. No tienen banderías patidistas. Las deben recibir aquellos estudiantes que tienen los méritos para disfrutar de ese beneficio que les permitirá nutrirse de conocimientos.
Debemos estar alertas porque en Panamá el llamado “juega vivo” se ha institucionalizado de tal manera que el otorgamiento de becas podría ser aprovechado por bribones influyentes que las canjean por votos.
Hay una juventud harta de tantas mentiras; con insaciable sed de aprender; no soporta más engaños y desea, sobre todas las cosas, triunfar, por lo tanto, exige a los pelechadores respetar la integridad del IFARHU y no convertir esa sagrada institución en una piñata de favoritismos políticos.