En la historia de la nación panameña el 5 de mayo se registra un incidente conocido como la Tragedia del Polvorín, porque ese día, del año 1914, se produjo un devastador siniestro que desgarró la vida de abnegados miembros del Cuerpo de Bomberos Panamá.
Aquella tragedia del polvorín, que se produjo hace 109 años, quedó grabado como un incidente lamentable de la historia republicana.
Quisiéramos que la tristeza no extendiera su manto de pesar para la misma fecha del próximo año cuando, el 5 de mayo de 2024, acudamos a las urnas para renovar a los administradores del Estado.
En el recién pasado cinco de mayo empezamos a forjar hechos que podrían trazar detalles que escribirían un nuevo capítulo en la historia de la nación panameña, porque se inició la cuenta regresiva para la realización, el 5 de mayo de 2024, de unos comicios y todo parece indicar que la jornada electoral, que galopando se aproxima, será un riña de poderes políticos y económicos que podrían afectar la paz social reinante en la nación panameña.
En el panorama político se vislumbra la existencia de demasiados intereses flotando en el ambiente electoral y hasta observamos injerencias, no disimuladas, de misiones extranjeras opinando en asunto nacionales que no les compete.
El reciente 5 de mayo la cuenta regresiva para las elecciones empezó.
El desesperante deseo de algunos por la butaca presidencial vislumbra forcejeo político que no descartan incidentes que podría malograr la tranquilidad ciudadana por amañadas interpretaciones de la voluntad popular.
Intentar distorsionar la sagrada decisión de los votantes, podría ser el detonante que haga estallar el encono acumulado por mentiras y engaños y, como consecuencia, traería confrontaciones no saludables para el país.
Gradualmente pasan los días y, poco a poco, nos aproximamos al próximo 5 de mayo, mientras en algunas organizaciones políticas hierve el febril deseo de conquistar el poder, aunque sea a través de irregulares que desdicen del comportamiento que debe regir en un torneo democrático.
Vibrantes manifestaciones de votantes prácticamente se expresan a través de encuestas que demuestran un sentir popular prácticamente definido en su tendencia a seguir cuando llegue el día esperado para renovar a las autoridades.
Esperamos que cuando llegue el día de las elecciones no se utilicen trabas jurídicas, engaños, alteración de firmas, suplantación de votos, distorsión de la voluntad popular para favorecer candidatos menospreciados por los votantes porque como consecuencia de una trampa, podrían registrarse hechos peor de aquel nefasto 5 de mayo de 1914 cuando estalló el polvorín que aniquiló a consagradas personas que cumplían con su deber.