Rusia, acusada de haber derribado un dron estadounidense en el mar Negro, anunció este 15 de marzo su intención de recuperar los restos del aparato que volaba cerca de Ucrania, pese a la advertencia de Washington contra cualquier tentativa de hacerse con los fragmentos.
El Reaper MQ-9 cayó en aguas internacionales tras ser alcanzado, según Washington, por un caza ruso. Según el ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigú, el incidente se debió al «incremento de las actividades de inteligencia» de Estados Unidos. Washington afirmó por su lado que sus aparatos seguirán volando «donde lo permita la ley internacional».
«Acción imprudente y peligrosa»
Moscú admitió que la aeronave fue interceptada por sus cazas, pero negó cualquier contacto que condujera al accidente. Argumentó que el dron entró en una zona de exclusión aérea frente a la península de Crimea, que se anexionó en 2014, y que ha declarado zona de exclusión aérea para su operación en Ucrania.
«No puedo hablar en este momento sobre el motivo o la intención [de los rusos] pero puedo decir muy claramente que esta fue una acción imprudente y peligrosa», dijo el secretario de Estado Antony Blinken, desde Etiopía, donde realiza una visita. El gobierno de Kiev acusó a las fuerzas rusas, que incrementan su ofensiva militar en Ucrania, de derribar deliberadamente el Reaper para enviar un mensaje a Washington.
En busca del dron
Rusia aseguró que intentaría encontrar el avión y recuperarlo para analizar su sofisticado equipo de observación. «No sé si podremos recuperarlo, pero hay que tratar y trabajaremos en ello», aseguró a la televisión rusa el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a CNN que Estados Unidos ha «tomado medidas» para garantizar que el dron o su material no caigan en manos del enemigo.
Rusia culpó a Estados Unidos del incidente y de las tensiones que provocó, y pidió a Washington que pusiera fin a los vuelos «hostiles» de aviones no tripulados. «Cualquier incidente que provoque tensiones entre las dos grandes potencias nucleares entraña riesgos muy importantes para la seguridad mundial», declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. El Ministerio de Defensa indicó que Rusia responderá «proporcionalmente» a futuras «provocaciones» de Estados Unidos.
El drone Reaper es una aeronave de 20 metros pilotada por control remoto y equipada con sensores de vigilancia, además de armamento. Vuela a una velocidad de crucero de 335 km/h y tiene una autonomía de más de 24 horas.
Los cielos del Mar Negro son escenario de interacciones regulares entre drones y aviones de los países de la OTAN y las fuerzas armadas rusas, sobre todo desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Fuente: Radio Francia Internacional