La ministra británica de Interior ha prometido poner fin a los cruces del Canal de la Mancha en embarcaciones improvisadas. Suella Braverman presentó el martes 7 de marzo un proyecto de ley que deportaría automáticamente a los inmigrantes que lleguen ilegalmente sin poder solicitar asilo. Aparte de los conservadores en el Gobierno, el proyecto de ley choca con una oposición virulenta.
La crítica más mordaz procede del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. En un comunicado, el ACNUR expresa su «profunda preocupación»: el proyecto de ley podría «abolir el derecho de asilo en el Reino Unido» para los inmigrantes llegados de forma irregular al territorio, y constituiría una clara violación de la Convención de Ginebra: «Quienes huyen de la guerra y la persecución no tienen ninguna posibilidad de obtener visados y pasaportes, y no existe ninguna vía legal para ellos».
En el Reino Unido, las ONG de inmigrantes también están indignadas por el texto y lo denuncian como inhumano y carente de empatía.
Incluso entre los profesionales del derecho migratorio se cuestiona la viabilidad del proyecto, más allá de su legalidad. Aunque el texto prevé la detención y devolución de las personas que lleguen a través del Canal de la Mancha, los expertos señalan que Londres no tiene capacidad de detención y que ningún país socio estaría dispuesto a acoger a estos migrantes.
Con esta nueva legislación, el ejecutivo conservador de Rishi Sunak busca combatir el fuerte aumento de migrantes que llegan ilegalmente en pequeñas embarcaciones cruzando el Canal de la Mancha desde las costas francesas.
Detener las llegadas irregulares por mar es la «prioridad de la gente», aseguró el primer ministro en la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes, prometiendo «acabar con las bandas criminales» que trafican con los migrantes.
El texto prohíbe a las personas llegadas de esta forma solicitar asilo y, posteriormente, establecerse en el Reino Unido o solicitar la nacionalidad británica. También facilita la detención de migrantes hasta que sean expulsados a un tercer país considerado seguro.
«No es racista decir que tenemos demasiados inmigrantes ilegales que abusan de nuestro sistema de asilo», defendió el miércoles la ministra del Interior, la ultraconservadora Suella Braverman, en un artículo de opinión publicado en el Daily Mail.
Entre las críticas generalizadas se destacaron las del exfutbolista Gary Lineker, presentador estrella de la BBC, que comparó el discurso del Gobierno sobre los refugiados con el del régimen nazi.
«Dios mío, esto es más que horrible. No hay una afluencia masiva (…) es sólo una política inconmensurablemente cruel dirigida contra las personas más vulnerables en un lenguaje no muy diferente al utilizado por Alemania en la década de 1930», tuiteó el martes el ahora presentador del programa de la BBC «El partido del día».
Diputados conservadores pidieron a la BBC que sancione a Lineker, acusándole de ir demasiado lejos.
Fuente: Radio Francia Internacional / redacción Emeline Vin corresponsal en Londres.