Las investigaciones realizadas por el equipo de expertos del Canal de Panamá relacionadas con el desbordamiento de agua ocurrido la semana pasada en las esclusas de Gatún, determinaron que el incidente se debió a un error humano en la operación del centro de control durante el esclusaje.
El evento ocurrió el pasado 13 de septiembre, cuando el agua sobrepasó las compuertas intermedias 15 y 16 que limitan la cámara intermedia con la del nivel inferior del carril oeste. Este se debió a que las válvulas que controlan el flujo de agua a la cámara, que se encontraban detrás del barco, no fueron cerradas.
El informe de los especialistas añade que de inmediato se desactivó la energía de los cuartos de transformadores y los de la alimentación primaria que provienen de la hidroeléctrica de Gatún, lo que protegió la maquinaria y locomotoras del carril oeste. Asimismo, para seguridad del personal, se esperó a que bajaran los niveles de agua dentro de los túneles, para luego restablecer el fluido eléctrico en el área afectada.
Ningún trabajador de las esclusas resultó afectado o herido a causa de este incidente. En cuanto a los equipos, solo se registró una afectación a un transformador como consecuencia de la inundación.
Al momento del incidente un buque estaba en la cámara superior del carril oeste, y un segundo barco en proceso de entrada a la cámara inferior del mismo carril, ambos con rumbo sur. El primero tuvo un retraso de alrededor de 30 minutos, mientras que el otro sufrió una demora de cerca de 2 horas y 15 minutos.
Como resultado de este incidente, el Canal de Panamá trabaja en mejoras en la programación del sistema para reducir la posibilidad de errores humanos, así como en la revisión de los protocolos para este tipo de emergencias.
La seguridad de la fuerza laboral y la infraestructura canalera es prioridad para la administración de la vía acuática.