Una llamarada de insatisfacciones se expande por América Latina y
el triunfo de un ex- guerrillero Gustavo Petro en las elecciones
presidenciales de Colombia, demuestra que reina el fastidio contra las
clase gobernante que ha mantenido sumisa a la población.
Colombia se prepara para una nueva era a través de un gobierno que
liderizará un ex- guerrillero que empuñó las armas para conquistar el
poder a través las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia
(FARC).
El candidato presidencial mediante el sistema democrático, logró
conquistar la principal butaca del gobierno colombiano dejando a la
América Latina en una expectativa para unos temerosos para otros
esperanzados en reivindicaciones sociales.
Los pueblos de América Latina, decepcionados de la explotación
inmisericorde, frustrados de tanto engaño y hartos de tantas mentiras
que se invocaron a nombre de la democracia, empiezan a reaccionar
desplazando a quienes consideran explotadores que a través de los
años han administrado los gobiernos.
Un ex- guerrillero se ceñirá la banda presidencial de Colombia
creando temor entre la aristocracia de América Latina.
Se ignora cuál será la agenda del nuevo gobernante colombiano. Los
empresarios temen que se inicia una serie de expropiaciones,
nacionalizando empresas, fortaleciendo lazos de amistad con las
naciones adversar al gobierno estadounidenses.
América Latina se está incendiando de ideas que emanan de país
como Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros gobiernos que no se dejan
imponer criterios imperialistas.
La historia recuerda el triunfo, en la década de los años setenta, del
presidente Salvador Allende de Chile, cuya abrupta caída trajo como
consecuencia una sangrienta dictadura que cercenó las esperanzas del
pueblo chileno. Esperemos que esto no suceda en Colombia.
Cualquiera decisión que tome en Colombia, tendrá repercusiones
sobre la República de Panamá, por lo tanto tenemos que estar
pendientes de la ola de transformaciones que se van a dar ese país y
que podrían incluir participación de grupos simpatizantes del
movimiento guerrillero en la administración estatal.
Se desconoce si el próximo gobierno será complaciente con el
narcotráfico o se producirá una estampida de sureños que huyendo a
las decisiones gubernamentales corran hacia nuestro país buscando un
refugio seguro.
El continente americano está en Alerta. Las transformaciones
radicales que se están dando a través de los gobierno, vislumbran
hechos que estremecerán los cimientos económicos de la región.