El Gobierno Nacional nombró una Comisión Especial encabezada por el Vicepresidente José Gabriel Carrizo para encontrar una fórmula que ponga un final al alto costo de los medicamentos en Panamá, porque está asfixiando a toda una población, entre ellos a nuestros adultos mayores.
Mientras los integrantes de esta comisión se reúne para debatir el tema, a través de los medios de comunicación social se da a conocer que once proveedores de medicinas en Panamá tienen un atraso en 29 medicamentos, muchos de ellos imprescindibles para la población enferma del país o especialmente para los pacientes de enfermedad crónica. Esto es inaceptable.
Los miembros de esta comisión algunos de ellos médicos, profesionales de diferentes ramas y políticos, saben donde está la raíz del problema del alto costo de las medicinas. Son unos cuantos que tienen este negocio de la importación de medicamentos los que por años han sometido a este país a sus ambiciones desmedidas.
El alto costo de los medicamentos no es nuevo, siempre se ha denunciando, pero ningún Gobierno ha tenido ni la valentía ni la voluntad de realmente acabar con este abuso por varias razones, los zares de este negocio son también accionistas de bancos, medios de comunicación, pertenecen a los clubes sociales donde ellos se desenvuelven, financian campañas políticas o pertenecen disimuladamente a estos partidos políticos o patrocinan a independientes para lograr sus objetivos.
No es un cáncer fácil de extirpar porque ha provocado una metástasis desde hace tiempo y los intereses que tienen los gobernantes con este poderoso grupo son muchos. Aquí no hay que buscar la fiebre en la sábana, todos sabemos donde se encuentra la raíz de la infección y donde podría estar la posible solución. Acabar con esta mafia de las medicinas es y será una ilusión, al mejor estilo de Alicia en el país de las maravillas.