La variante ómicron es ahora la cepa de coronavirus dominante en varios países occidentales, mientras la OMS pide más esfuerzos y cancelar las celebraciones de Navidad para garantizar el fin de la pandemia el año próximo.
Datos preliminares sugieren que ómicron, detectada en decenas de países tras su aparición en Sudáfrica en noviembre, podría ser más infecciosa y tener posiblemente mayor resistencia a las vacunas, pese a las indicaciones de que no es más severa que la variante delta.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió el lunes a los países redoblar esfuerzos para poner fin a la pandemia, y pidió cancelar las celebraciones de Año Nuevo porque es mejor «celebrar tarde que celebrar ahora y lamentarse después».
Es mejor «celebrar la vida mañana», que «celebrar hoy y estar de luto mañana», señala el responsable de la OMS, que recomienda cancelar las cenas de Navidad y las reuniones propias de estas fechas. «Es probable que los vacunados y los que se han curado de Covid-19 se infecten o reinfecten».