Una nueva mesa de diálogo comienza este viernes (13.08.2021) entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó para apaciguar la prolongada crisis en Venezuela. En el centro de la discusión estarán las elecciones regionales previstas para noviembre y las sanciones internacionales contra Caracas. Esta vez, el país elegido para las reuniones es México, y la mediación estará a cargo de Noruega.
Las exigencias del Gobierno de Maduro en esta oportunidad, además del levantamiento de sanciones, incluyen el «reconocimiento de las autoridades legítimas de Venezuela», la «renuncia a la violencia» y «que se incorpore a todos los partidos de oposición». Sobre la agenda a tratar, Maduro se ha limitado a decir que tiene «siete puntos y se está debatiendo”.
Este nuevo intento se produce dos años después del intento fallido en Barbados, también auspiciado por Noruega, cuando Venezuela vivía momentos de alta tensión. Los motivos del fracaso de los anteriores encuentros fueron la negativa del chavismo a renunciar al control de las convocatorias, y la evidente división de la oposición, cuyo liderazgo no se ha visto fortalecido.
«Parece que ahora se quiere dialogar casi debido al fracaso de los dos sectores, pero creo que vamos en condiciones similares a las anteriores”, explica a DW el sociólogo venezolano Tulio Hernández, quien resalta que sobre todo el gobierno no ha dado muestras de buena voluntad para iniciar un diálogo. «De hecho, ha arreciado la represión y se ha detenido hace unas semanas a Freddy Guevara, figura clave de la oposición, así como a representantes de la ONG Fundar Redes, que es la que más ha denunciado la presencia de grupos irregulares colombianos en el país”, recuerda Hernández.