En la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada el 5 de diciembre de 2008, se resolvió, por iniciativa de Canadá y a través de la resolución 63/111, que a partir de 2009 se celebre el Día Internacional de los Océanos cada 8 de junio.
De acuerdo a lo indicado por Naciones Unidas, el océano cubre más del 70% del planeta y produce al menos el 50% del oxígeno del planeta. Impulsa nuestro tiempo y clima, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Además el océano es clave para nuestra economía, ya que se estima que, para 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los océanos.
El océano absorbe alrededor del 23% de las emisiones anuales de CO2 antropogénico a la atmósfera y actúa como amortiguador contra el cambio climático. Sin embargo, el CO2 reacciona con el agua de mar, reduciendo su pH y provocando la acidificación del océano. Esto a su vez reduce su capacidad para absorber CO2 de la atmósfera. La acidificación y desoxigenación de los océanos lleva finalmente a una afectación de los ecosistemas, la vida marina y la pesca.
El nivel medio global del mar ha aumentado a lo largo del registro del altímetro satelital (desde 1993). Recientemente, ha aumentado a un ritmo mayor en parte debido al mayor derretimiento de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida.