La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó su preocupación el domingo por los enfrentamientos en la ciudad colombiana de Cali, y pidió diálogo y que se investiguen las muertes. Su oficina ha recibido informes de que 14 personas murieron y 98 resultaron heridas -54 por disparos- en los enfrentamientos que tuvieron lugar en los dos últimos días en el contexto de protestas ciudadanas, en las que se detectó la presencia de civiles armados.
Cali, con unos 2,2 millones de habitantes, es epicentro de violentas protestas y bloqueos de vías que exasperan a una parte de la población. Arrinconado por las protestas, el presidente colombiano, Iván Duque, desplegó el ejército en la ciudad bajo la figura de asistencia militar que permite a los soldados apoyar a la policía en las tareas de vigilancia.
Trece personas murieron en diferentes episodios, entre ellas un funcionario de la fiscalía que mató con su arma a dos manifestantes que bloqueaban una vía. La turba se abalanzó sobre el hombre, que estaba fuera de servicio, y lo linchó. La Alta Comisionada indicó que su oficina recibió informaciones sobre individuos armados, incluido el oficial fuera de servicio, que habrían disparado en dirección a los manifestantes, periodistas y transeúntes, así como sobre la muerte de dicho funcionario.
«Pido que se ponga fin a todas las formas de violencia, incluyendo el vandalismo, y que todas las partes sigan hablando, para que se garantice el respeto por la vida y la dignidad de todas las personas», indicó la expresidenta chilena, que pidió diálogo para resolver las demandas de los manifestantes y de quienes se oponen a las protestas. Al menos 30 personas han sido detenidas en Cali desde el día 28 y se pidió para ellos un proceso con todas las garantías legales.