Que quieren cancelar a no sé quién, dicen, las modernas. Porque se niega a pasar una ley sobre el aborto, dicen, las enteradas. Que no la pasa porque el diputado, sabe, porque tonto no es, que esa ley no va a ningún sitio, dicen, las politólogas.
Que queremos ser como nuestras sororas y poder hacer de nuestro coño un bebedero de patos y poder abortar como quien pasa por la clínica dermatológica a sacarse un absceso.
Porque la maternidad será deseada o no será. Y yo, que defiendo la igualdad con uñas y dientes, me muero de la risa.
Vamos por partes, tal y como hacen con los fetos, que yo también he visto los videos gore de los antiabortistas, no se crean ustedes; en primer lugar, sí existe legislación en el Código Penal panameño que permite el aborto, en concreto en el Artículo 144 del Capítulo III: 1. Si el aborto es realizado con el consentimiento de la mujer para provocar la destrucción del producto de la concepción ocurrida como consecuencia de violación carnal, debidamente acreditada en instrucción sumarial y 2. Si el aborto es realizado con el consentimiento de la mujer, por causas de salud que pongan en peligro la vida de la madre o del producto de la concepción.
Ahora bien, ¿cuál es la causa por la que puedes querer abortar que queda fuera de estos numerales? Vamos a ver, si eres menor y está embarazada, claramente el feto es producto de una violación, vete, denuncia. Y con la denuncia en mano, aborta. Si el embarazo te provoca tal desajuste mental o físico que pone en peligro tu vida o si el feto viene con malformaciones, vete, pasa por la evaluación y listo. Aborto gratuito.
Si lo que quieres es librarte de un embarazo no deseado porque el día que cogiste resulta que lo del condón te pilló borracha o si en el correcorre y la emoción te olvidaste de la pildorita, pues mira, chica, pasa por una farmacia y pide la pastilla del día después.
Lo de poder abortar como quien se inyecta hialurónico me parece el culmen de la irresponsabilidad. Y no te digo yo que no seas libre de hacerlo, pero quizás es que yo me niego a ser sorora y pagártelo con mis impuestos.
Que en este tema hay muchas aristas y muchas veces, en el calentón del momento nos olvidamos de temitas importantes, como por ejemplo, ¿por qué en lugar de tratar de impulsar la ley proaborto no impulsamos primero la eliminación de las normas estúpidas que dificultan la esterilización femenina? Hoy en día, para que una mujer pueda acceder a la ligadura de trompas debe pasar un infierno, si es que al final se lo permiten. Que si la autorización del marido, (que quizás sea un abusador), que si preguntas estúpidas del tipo de ¿y si te arrepientes? Pues si me arrepiento, señor gilipollas, será mi arrepentimiento y tendré que cargar con él el resto de mi vida.
Además, en este temita abortivo nadie piensa en la contraparte, es decir, es la mujer la que decide ser madre o no serlo. Y exigen igualdad. Pues no hay igualdad en no darle al padre la posibilidad de decidir si él quiere quedarse con ese bebé o no. Porque la mitad de los genes del engendrado son de él y si la madre decide ser madre le va a tocar, quieras o no, mantenerlo. No sé cómo lo ven ustedes, pero yo no lo veo muy justo, pero claro, es que yo estoy alienada.
Lo dicho, es un tema peliagudo por donde pretendas meterle mano y no, señores, no, Panamá no está preparado para esta conversación.