La creciente situación migratoria en Panamá se ha convertido en un desafío crucial para las autoridades del país, según revelan datos recientes del Servicio Nacional de Migración, se muestran un aumento del 25% en el flujo migratorio en comparación con el año anterior. La titular de la cartera, Samira Gozaine, ha reiterado la advertencia de que la selva de Darién no debe considerarse una ruta segura para los migrantes y ha subrayado los peligros que enfrentan durante su travesía.
Hasta el 3 de abril de 2024, El Servicio Nacional de Migración registró el paso por la inhóspita selva de Darién de 112 mil 253 personas.
En medio de esta situación, Felipe Camargo, ex oficial de la Fuerza de Defensa, ha instado a Panamá a tomar medidas de seguridad más estrictas en sus fronteras con los países vecinos, especialmente con Colombia.
Camargo también ha enfatizado la necesidad de presionar al gobierno del presidente colombiano Gustavo Petro para que contribuya al manejo adecuado de esta problemática regional.
El panorama se ve empañado por la denuncia de una organización internacional que ha señalado la falta de protección a los migrantes que atraviesan la selva de Darién por parte de Colombia y Panamá.